Según informó la Consejería de Educación a Europa Press, se trata de una «experiencia pionera» a nivel estatal, ya que, pese a que existen proyectos similares en España que funcionan en esta misma línea de trabajo, éstos sólo tiene categoría de «seminarios» y no cuentan además, como en el caso andaluz, del respaldo de la Administración educativa.
En el desarrollo de estas redes andaluzas de profesorado de FP se comenzó a trabajar en el curso 2006/2007, momento en el que surgió la demanda, por parte de los profesores, de contar con un entorno de comunicación e intercambio entre los mismos docentes. Así, los primeros en beneficiarse de esta nueva herramienta interactiva fueron los profesores de las familias profesionales de Electricidad y Electrónica, y Transporte y Mantenimiento de Vehículos, que contaron además con el respaldo del Centro de Profesorado (CEP) de Granada.
A partir del curso 2008/2009, la Consejería de Educación formalizó ya el proyecto y comenzó a facilitar los recursos técnicos y humanos necesarios para el desarrollo de las redes, de modo que, en este curso 2009/2010, ya se cuenta con un total de diez especialidades profesionales en conexión, vía Internet.
Entre ellas, cabe destacar las que utilizan los docentes de Administración y Gestión, Agraria, Artes Gráficas, Comercio y Marketing, Edificación y Obra Civil, Electricidad y Electrónica, Fabricación mecánica, Hostelería y Turismo, Instalación y Mantenimiento, Madera, mueble y corcho, Sanidad, y Transporte y Mantenimiento de Vehículos.
EN TORNO A 700 PROFESORES INSCRITOS
Así, desde que se puso en marcha esta iniciativa pionera, ya son en torno a 700 docentes los que se encuentran inscritos en la red andaluza de Formación Profesional.
Según explicó Educación, cada familia profesional constituye «una comunidad» en la que se facilita a sus miembros el acceso a la información, permitiéndoles compartir y reutilizar los recursos disponibles y favoreciendo de este modo «el trabajo colaborativo, la comunicación y facilitándoles un punto de encuentro independientemente de su situación geográfica».
En definitiva, se trata de establecer redes de colaboración y nexos de unión entre las diferentes comunidades, las cuales, acceden a una plataforma virtual creada por la Junta, llamada ‘Colabor@’, donde pueden disponer de dos espacios de trabajo distintos, uno visible para cualquier persona y otro privado al que sólo tienen permiso en exclusiva los miembros de esa comunidad.
Además, al frente de cada familia profesional, un profesor es el encargado de «dinamizar la red, mantener el espacio virtual en el que se aloja la comunidad y organizar todos los recursos de utilidad que el resto de la comunidad va aportando».
Por tanto, las redes crean conocimiento de manera colaborativa y en dos vertientes, una técnica -propia de cada especialidad o familia profesional- y otra docente, con un enfoque «netamente didáctico».