«Lo único que tienen en común ‘Ashaverus, el libidinoso’ y ‘NOS’ es el lenguaje, el español, que es mi obsesión», aclara de entrada este prolífico autor que ya va por la quinta novela publicada y que guarda «otras diez inéditas en el cajón». También añade que ésta la escribió entre 1979 y 1988 y que en 1987 el Ministerio de Cultura le concedió una beca que le permitió acabarla. Ahora bien, «aquel ensayo, obra de un primerizo» fue revisado en 2013-14, llegando a reescribirlo prácticamente entero y reduciéndolo casi a la mitad de páginas, lo que considera «una labor muy dolorosa» hasta el punto de jurarse a sí mismo que no volverá a hacerlo, cosa que sabe de antemano que no podrá cumplir por su deseo de pulir sus escritos.
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En cuanto a su origen explica que se basa en los tres años que trabajó «en una escuela, el Patronato Rivas, y la enorme ilusión que significó la transición que luego fue degenerando en desencanto, en unos más y en otros menos y en unos terceros que supieron aprovechar el rollo». Recuerda que en en los últimos años de la dictadura y primeros de la transición hubo de todo «experiencias riquísimas y también conflictos» y cómo esta escuela formaba parte de otras escuelas de secundaria que se llamaban ‘En lucha’ que intentaban imponer al Ministerio de entonces una enseñanza más libertaria. «Parece ser que en cierta forma lo que luego se llamó Logse se inspiró en aquellas experiencias. Las vivencias de esa escuela me hizo, tras ser destinado a Granada, plantearme escribir algo sobre aquello», añade.
Título
En la revisión y reducción del texto lo que no ha variado ha sido el curioso título, que ha mantenido pese incluso a algunas recomendaciones que le sugerían cambiarlo porque sonaban a determinadas siglas, pero a él le gusta este «plural mayestático utilizado por una persona que habla desde su autoridad, tal y como hace el Papa desde su cátedra». En relación a los personajes de esta novela coral señala que algunos están basados en personajes reales pero tan deformados que ni tan siquiera ellos se reconocerán y otros que son completamente inventados como lo es el personaje de Simeón. «Respecto al protagonismo de la ciudad de Barcelona me gustaría que tuviera dos efectos: el primero, que los lectores de Barcelona les apeteciera seguir los recorridos que realizan los personajes por el centro de la ciudad, claramente especificados, y dos, que a los lectores no residentes les picara la curiosidad y quisieran visitar Barcelona para hacer el recorrido por el casco antiguo que es por donde se mueven los personajes a pesar de que la escuela está en el extrarradio pues puede ser muy divertido y edificante». Lugares de la movida barcelonesa que comenzó antes que la madrileña y de la que surgieron fenómenos como Barceló, Mariscal, la revista ‘Ajo Blanco’… «¡Ojalá que se cumpliera este sueño fatuo, engreído, al igual que hay un recorrido por las escenas de Ulises en Dublín!», exclama.
Obra de 310 páginas que también deja margen a la imaginación del lector al que convierte en protagonista para lo que utiliza el truco literario como es hablarle directamente en dos ocasiones, en el que el ‘her autor’ habla con ‘lady o mister lector’ y este le responde, opina o exige que se hable de determinado tema.
Así mismo, reconoce la influencia de Cortázar y Joyce o al menos que «lo ha intentado» a través de la frescura del lenguaje pues al tratarse de personajes muy jóvenes, todos están entre los 20 y 30 años, excepto uno, que es más joven que ellos, hablan un lenguaje muy fresco al estilo de Cortázar. En referencia al lenguaje literario afirma hacer uso de lenguaje evocativo y profundo a lo James Joyce que también ha influido en la forma. A ellos añade la influencia cervantina que puede parecer una obviedad, pues utiliza el recurso de «irse por la ramas» al hablar de los antecedentes de los personajes. Respecto a la riqueza de sus descripciones considera que «han de ser significativas para que el lector se sumerja en el tiempo y lugar» y respecto a su preocupación por el lenguaje indica que «me he esforzado en utilizar la ‘parole juste’ que decía Valéry». Por eso su presentador Juan Peregrina, recomienda su lectura pues «es un libro que merece la pena conocer a los protagonistas de la historia: personajes y ciudad inolvidables, diálogos inteligentes y reflexiones escritas con la elegancia e ironía que Arnas ha ya ha demostrado en novelas anteriores como ‘La insigne chimenea o ‘Ashaverus, el libidinoso’, entre otras».