«Esta exposición no tiene un título concreto porque es una recopilación de pinturas variadas en lo que a motivos se refiere. Han sido realizadas en mi estudio y otras muchas en los concursos de pintura al aire libre en distintos lugares que tiene en común el tiempo de realización pues son todas obras nuevas y la más antigua puede tener año y medio», resume el pintor maracenero, que se muestra orgulloso de sus panorámicas y de las centradas en la huella industrial o construcciones fabriles con las que pretende un plus de originalidad con temas como los silos de una almazara, una escombrera o un camión viejo en unas ruinas. Respecto a la técnica indica que en su mayoría se trata acrílicos sobre tabla, aunque «en algunas obras he empleado el óleo encima para definir más algunos colores».
De entre las obras expuestas destaca por su tamaño la titulada ‘El balcón del Genil’, una panorámica desde el Carmen de los Mártires, en la que se aprecian sobre todo los edificios cercanos a este río granadino en el entorno del Puente Blanco, desde el Hotel San AntónAntón hasta el Parque de las Ciencias y el Museo de la Memoria, que explica es una de las que más trabajo le ha dado pues, aunque reconoce ser un pintor rápido, calcula que le ha dedicado muchas horas a lo largo de cuatro o cinco semanas, en tanto que al cuadro del Cubillas afirma haberlo pintado en tres o cuatro horas de una mañana. Precisamente otra de las preferencias de este artista es la de pintar con la luz muy fría, por lo que suele preferir las horas matinales. Junto a las panorámicas de Alcaudete, Benagalbón, Osuna o Castellar también se encuentran en la sala otras pinturas relacionadas con las aguas de la Vega granadina o los estanques alhambreños que han sido premiadas en distintos concursos organizados por la Fundación Aguas de Granada.
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Martín Rivas afirma que su pasión por la pintura arranca en su niñez, aunque sería en su juventud cuando recibiría clases durante más de una década del pintor granadino ya fallecido, Miguel Hita, quien le enseñó los fundamentos de la pintura al óleo. En los últimos años también ha realizado en Almería un curso con Andrés Ibáñez y Antonio López. En sus cuadros realizados al aire libre le gusta emplear una técnica mucho más suelta hasta el punto de que pareciera estar pintado por otro pintor. En su opinión «los cuadros uno los empieza, pero luego ellos se terminan como quieren». Por cuestiones de profesión dejó la pintura durante muchos años -Miguel Ángel es carpintero- hasta que hace un lustro ha vuelto con muchas ganas, animado, entre otras cosas, por la proliferación de concursos de pintura al aire libre que convocan cada vez más poblaciones resultando premiado en algunos de ellos.