Se nota a la legua que José Manuel Hita, un ebanista de Huétor Santillán, disfruta haciendo litofanías. También explicando en qué consiste esta técnica que tuvo su apogeo a principios del siglo XIX, pues la primera patente está datada en Francia en 1828 y estuvo muy de moda en Inglaterra a principios del XX aunque ya se conoce su existencia en la dinastía Ming de China que eran capaces de tallar a mano láminas de porcelana, con el grosor de la cáscara de un huevo. Hita cuenta que con la llegada de la luz a gas cayó en declive, pues su principal uso era embellecer la luz de una vela que iluminaba una lámina semitransparente en la que se ha modelado un volumen. En el siglo XIX ya se hacían de porcelana líquida sobre un molde de cera lo que permitía producir en serie. Apenas se encuentran litofanías antiguas pues pasaron de moda y debido a lo delicado del material con que se fabricaban. «Hoy la técnica es la misma pero el sistema de producción es distinto al hacerse con máquina de control numérico y herramientas de fresado. A partir de cualquier foto se puede hacer la litofanía», indica José Manuel quien reconoce que es un proceso «largo y complicado, pues primero se pasa a negativo, luego a escala de grises y luego se crea la trayectoria de la herramienta. En función de la intensidad del gris, se profundiza más o menos, cuanto más profundiza más luz deja pasar». Obras que ganan con la distancia, pues de pueden apreciar mejor los detalles que de cerca no se distinguen.
De esta forma ha realizado las seis que se muestran en la sala, tres en blanco y negro y otras dos coloreadas. De ellas cinco son imágenes granadinas (Carrera del Darro, el Pilar de Carlos V y la Puerta de la Justicia). Las dos en color son una vista de la Alhambra desde el Carmen de la Victoria, y el mirador del Generalife. «Son las dos primeras litofonías en color del mundo», aclara al tiempo que muestra su satisfacción al haber recuperado una técnica que llevaba muchos años en desuso y que ha innovado con la introducción del color. La otra litografía es la torre de Londres con la Luna que se refleja en el agua del río de la que su autor expolica que para ser una foto hecha expresamente para esta técnica. El precio de las litografías depende del tamaño pero las expuestas en la sala se comercializan a un 290 euros la unidad. Para terminar nos cuenta que actualmente realizan lifofanías las empresas Lladró y Porcelanosa. Japón recuperó en el siglo XIX esta técnica en el fondo de las tazas de porcelana, donde se incluían la imágenes de geishsa. No se conocen ni autores ni fabricantes pues no se firmaban, entre otras cosas porque la mayoría de las imágenes eran pornográficas. Las de la sala no llevan firma pero se entregan con un certificado numerado pues se hacen series de cinco piezas.
Para poder disfrutar en toda su belleza los cuadros del fotógrafo Manuel Rodríguez García también es recomendable verlos con luz apagada o muy tenue. Muestra una selección de quince cuadros realizados con una técnica novedosa que ha denominado fotopictografía, pues se realiza a partir de una foto original que imprime sobre un papel especial, sobre el cual pinta con óleo, pastel o tiza para hacer una nueva foto que funde con la original. «El resultado es una foto pictórica que transmite una profundidad íncreible y una textura que hace que, en el caso de la famosa floristera granadina, Encarna, parezca que se le puede tocar el pelo. Van todas iluminadas con un led de 12 voltio por lo que el consumo es mínimo», aclara al tiempo que reconoce que los visitantes se sorprenden por lo novedoso de ambas técnicas.
Así mismo, declara que la fotopictografía se podría conseguir con un programa de imágenes pero «no le da la prestancia que la pintura que adquiere ésta. Su precio es de 290 euros, un precio irisorio si se tiene en cuenta el horario que requiere, así por ejemplo una litofanía la máquina puede tardar 19 horas trabajando a lo que hay que añadir la luz, el marco, requiere una preparación muy laboriosa».
También se ofrecen un católogo de 50 obras de láminas Giclée de George Apperley, todas las cuales van certificadas con un número de orden.