A la mañana siguiente David despertó sin agua y cuando quería beber agua, ducharse o lavarse la cara y la manos no podía; desde entonces David comprendió lo fundamental que era el agua y todos sus usos. FIN.
Aquí comienza nuestro segundo cuento:
Era una vez una princesa que vivía en un castillo desde el que se veía un río. Desde pequeña le había preguntado a todo el mundo a dónde iba el río. Un día decidió bajar hasta el río para preguntarle al barquero, pero este tampoco supo contestarle. Al barquero le dio pena y decidió prestarle un bote. La princesa subió en él y navegó río abajo preguntando a todos a dónde iba el río. Cuando el río se iba haciendo cada vez más grande vió un barco enorme y le preguntó a su capitán a dónde iba el río. El capitán la subió a su barco y la llevó al mar. Entonces la princesa aprendió que el río va al mar, pero entonces preguntó: ¿A dónde va el mar? Y el capitán la llevó a navegar por todos los mares de la Tierra hasta volver al río. La princesa aprendió dos cosas: 1º Dónde iba el río y luego dónde desembocaba en el mar. FIN.