«Antes había publicado la primera parte con el título ‘El Caballero de la Triste Figura’, que ahora saco corregida y ampliada, junto con la segunda parte que está recién terminada y que lleva por título, ‘El Señor de los Leones’, nombres que Don Quijote recibe de Sancho o que el mismo se pone. Estoy muy agradecido a la editorial que lo haya sacado coincidiendo con la efemérides que estamos celebrando, el cuarto centenario de la muerte de Cervantes», explica al tiempo que reconoce que lo suyo ha sido un «trabajo arduo y concienzudo». También manifiesta que con su obra pretende brindar un homenaje al autor primigenio del Quijote pues ha sido su fuente de inspiración. En cuanto a los tres lustros transcurridos aclara que «no ha sido a tiempo completo, pues al principio yo estaba en mi trabajo y tras mi jubilación sigo haciendo mi voluntariado y en medio he escrito muchas más cosas, como la novela ‘Cascarabitos’ (2006) ambientada en la posguerra en la Alpujarra, y otros trabajos publicados en su página web. Si me hubiese dedicado a escribir como dicen los ingleses full time habría terminado igual que Bartolo que se volvió loco de leer romances o don Quijote de leer libros de caballería. En mi se hubiesen dado una concatenación de ambas fuerzas y mi locura hubiese sido total», indica con humor.
OIR AUDIO DE LA ENTREVISTA:
|
Todo ello teniendo en cuenta su facilidad para componer romances hecho que descubrió cuando se puso con esta obra. «Empecé a escribir y cuando me dí cuenta había completado tres capítulos. Cuando lo cotejé con el Quijote real -lo había hecho a partir de una versión infantil- tuve que desechar prácticamente todo lo que había escrito. En realidad ha habido momentos en los que surgían de una manera facilísima y en otros en los que me costaba trabajo, pues, por ejemplo ajustar los refranes de Sancho a la rima y a la métrica no ha sido una tarea fácil». Reconoce que no tiene noticias de que se haya hecho otras versiones en verso del Quijote en ninguna lengua y que en cualquier caso «la pertinencia del romance para recoger y plasmar hechos», así como, «la cadencia, el ritmo y la asonancia en los versos pares hace que su lectura antes bien de resultar monótona, sea agradable al oído del que lee y del que escucha, para ello se ha procurado alternar y variar la rima de los distintos capítulos». También aclara que en el Quijote donde «hay mucho trigo y poca paja» el romance está muy presente en boca de pastores, mozas enamoradas y del propio protagonista, romances que por cierto él no recoge «por pudor». Igualmente explica que para investigadores como Francisco Rico, Cervantes se inspiró en el ‘Entremés de los romances’ para los primeros capítulos de su obra, estableciendo un cierto paralelismo entre los dos protagonistas, Bartolo y Alonso Quijano.
Martín de Molina que recuerda que en su etapa escolar sus maestros le hacían los dictados del pasajes del Quijote y que las faltas de ortografía se escribía hasta 40 ó 50 veces, termina afirmando que su obra está dirigida tanto al que ya la conoce como al que se acerca por primera vez, para lo que ha procurado adaptarlo al lenguaje actual aunque ha mantenido muchas expresiones arcaicas o vocablos en desuso pues para lo cual se incluye al final un glosario. «No hay personaje, ni episodio o pasaje por pequeño que sea, que no aparezca en mi Quijote en romance», concluye antes de añadir su agradecimientos a Miguel Carrascosa por interesarse de lo que sale de su pluma, a Maximiliano Garófano, por las correcciones, a su hermano Salvador por sus ilustraciones y portada, a su amigo David Barros Bustos y al público al que espera agrade y disfrute del Quijote «a través de la melodiosa armonía de nuestro romance castellano».
EL LIBRO
Título: ‘El Quijote en romance’
Autor: Teodoro Martín de Molina
Editorial: Funambulista
Págs: 680 pp
Precio: 21 euros
Presentación: Viernes, 22 de abril, en Librería La Fugitiva (Madrid) (19 h)