Ana Barea: «La nostalgia de Rosalía»

Cuando Rosalía de Castro vivió en Castilla , sentía nostalgia del hermoso paisaje verde y húmedo de su tierra gallega. El desolado paisaje castellano entristecía profundamente su sensible alma gallega. Al final. pudo volver a su amada tierra. En el poema “Tristes recuerdos”, de su libro “Follas novas” dice así:

“¡Adiós, pinares quemados!
¡Adiós, abrasadas tierras
y cerros desolados!

Y no paré de llorar
nunca, hasta que de Castilla
hubiéronme de llevar.”

Confieso que no era de esto de lo que yo quería escribir hoy, pero la realidad obliga y heme aquí, de nuevo, con el corazón acelerado por la realidad y los hechos que acontecen. Y, otra vez, sin entender como hemos podido llegar a estos niveles de desastre si se supone que hemos avanzado y disponemos de mas conocimiento que nunca…

Ya sabemos lo que hay que hacer para prevenir incendios, ya sabemos que la presencia de los árboles tiene incontables beneficios, que son vitales para nuestra subsistencia, que atraen la lluvia y su presencia hace que los veranos sean menos calurosos, que son fundamentales para mejorar la calidad del aire que respiramos, un aire cada que va siendo paulatinamente mas insano. Y sin embargo, cada vez, hay menos árboles en las calles y en los patios de las casas, muchas veces, solo por el simple hecho de que hay que cuidarlos o porque hay que limpiar las hojas, por cien mil razones llenas de sinrazón vamos evitando poner árboles y dejando de cuidar los campos.

Campiña de Zamora

Y para colmo, al frente de las instituciones encargadas de “la prevención” de los incendios hay personas totalmente incompetentes que no escuchan la voz de los habitantes de los campos ni la de los verdaderos expertos que son los que realmente se juegan la vida cuando aparece el fuego.

Me imagino, en estos días, si Rosalía levantara la cabeza como rompería a llorar al ver como arden Galicia y Castilla León entre otras muchas tierras. Como lloraría al ver que la España vaciada va camino de convertirse en la España desolada y está a un paso de formar parte de la España desértica.

El verano pasado tuve la suerte de disfrutar del paisaje gallego en un par de ocasiones y el anterior pude disfrutar del paisaje zamorano y de la pacífica belleza de su campiña. Al igual que Rosalía, si cierro los ojos, puedo ver la belleza de Galicia de sus campos verdes y sus frondosos bosques, evoco el ruido del agua, el murmullo de las hojas. Puedo sentir la mansedumbre y el equilirio de la campiña zamorana, resuenan en mi memoria el trisar de las golondrinas, el crotoreo de las cigueñas, el trino de los pájaros, el zumbar de los abejorros… En lugar de todo eso ahora van apreciendo miles de hectáreas de silencio negro, olor a humo y desolación. Recuperarlo, sin recurrir a eucaliptos, pinos ni otras repoblaciones desacertadas, en el mejor de los casos, llevará años y años…Nosotros no volveremos a ver el esplendor de esos paisajes.

Pero nadie habla aún de medidas para recuperar lo perdido y prevenir que ocurran nuevas catástrofes.

Ana bajo el castaño en Las Médulas de León

Recuerdo en aquel castaño majestuoso bajo el que me senté a descansar, un buen rato, en Las Médulas de León y se me parte el alma solo de pensar que ya no exista, que su maravillosa sombra no volverá a cobijar a ningún otro caminante. Y pienso en las gentes de esas tierras. Cuando la tierra que nos enraíza y habita se destruye también nos vamos precipitando, con ella, a la muerte.

Aves muertas
y árboles calcinados.
Arde la tierra.

(Haiku del libro “En un instante de arena” Ana Barea)

Yo quería hablar hoy de otras cosas pero me tropecé con el libro de Rosalía y se abrió justo por esa página y ya no pude evitar hacer este articulo. Rosalía no me lo habría perdonado. Y escribiendo esto me dan ganas de llorar y cruzo los dedos para que se apaguen los incendios en todos los campos y montes y para que no aparezca el fuego en los campos de mi pueblo. Porque donde hay bosques y árboles no es necesario el aire acondicionado en agosto y hasta hay que dormir arropados. Dormir en estas fechas arropada con una sábana es como si durmieras abrazada por la misma vida.

Y el cielo poniéndose fue de color rosa,
mientras en los robledos y cañadas
soplaban unas brisas reposadas,
suaves y nostálgicas,
cual promesas cumplidas si esperadas

Ana Barea Arco

Ana Barea Arco

Ver todos los artículos de


Comentarios

2 respuestas a «Ana Barea: «La nostalgia de Rosalía»»

  1. ANTONIO MAZUECOS COCA

    Precioso y reivindicativo articulo Ana. Espero que haga pensar a mucha gente

    1. Ana Barea

      Muchas gracias, Antonio!

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4