«No hay nada más fascinante que tocar los vestigios de un ser que se extinguió hace millones de años y desentrañar cómo vivió», reflexiona Luis Alcalá Martínez, ex director del Consorcio Parque de las Ciencias. Desde pequeño, sus padres le inculcaron el interés hacia la naturaleza. Se subían al SEAT 600 familiar y, junto a sus hermanas, pasaban el día en el campo observando las plantas, los animales, coleccionando piedras…
Probablemente, esas salidas fueron el germen de su afición por los fósiles y se lanzó a la aventura del estudio de Ciencias Geológicas que, años después, derivó en una tesis doctoral en Paleontología. Hoy, el nombre de Luis Alcalá es reconocido a nivel nacional gracias a sus excelentes aportaciones al mundo de la paleontología y nos explica la importancia de esta ciencia en todos los niveles educativos.
Según Luis Alcalá, paleontólogo y exdirector del Parque de las Ciencias, el impacto de la cultura cinematográfica ha sido positivo para la paleontología: «Estas películas han llenado las facultades de personas que querían ser paleontólogas. La influencia de Parque Jurásico, que se estrenó en 1993, provocó que se crearan museos de dinosaurios o secciones de dinosaurios o grupos de investigación de dinosaurios en muchas partes del mundo».
Los dinosaurios resucitan en el aula como poción para la concentración
El mundo de los dinosaurios es infinito y su poder de atracción es una ventana de entrada a muchos mundos que podrían parecer más inhóspitos, como el significado del tiempo o los millones de años…«Los dinosaurios dulcifican y permiten divulgar muchos tipos de ciencias distintas», destaca el reconocido paleontólogo. Cuenta la anécdota de las «matemáticas dinosauriológicas», idea nacida a raíz de la desesperación de una profesora de Primaria que no encontraba la forma de motivar a su alumnado con las matemáticas. Al saber que a sus alumnos sí les gustaban los dinosaurios, el equipo de la Fundación Dinópolis –que él dirigió– diseñó actividades para operaciones de divisiones y multiplicaciones insertando estas criaturas en las operaciones para hacerlas atractivas.
La paleontología, más viva que nunca
El mundo de la paleontología, como cualquier otra ciencia, está en constante evolución. En concreto, en el caso de los dinosaurios, aparte de descubrirse alrededor de 50 ejemplares nuevos cada año, se hallan fósiles de individuos ya existentes que amplían el conocimiento sobre estas especies: si eran machos, hembras, adultos, juveniles o embriones. «¡Hay huesos de dinosaurio prácticamente por todo el planeta esperando ser descubiertos!», expresa emocionado Alcalá.
Los avances científicos se producen a una velocidad vertiginosa, de ahí la importancia de la especialización en un ámbito concreto de la dinosauriología. A mayor evolución tecnológica, más información precisa se puede obtener: «Ahora no solo nos interesa estudiar un hueso, queremos saber el clima que había en aquella época, porqué murió el animal, si estaba solo o en compañía de otros, si era comedor de plantas…ahí ya es cuando se deriva la necesidad de crear un equipo», explica Luis Alcalá.

Para hallar estas respuestas, el saber trabajar en equipo de forma cooperativa tanto a nivel intelectual como personal es fundamental. «Un equipo de investigación tiene que ir a buscar su objeto de investigación; el investigador tiene que ir al campo a prospectar, a excavar…los dinosaurios no están donde tú quieres, están donde están y, en ocasiones, el investigador tiene que ir a regiones remotas, en condiciones precarias, con escasez de suministros, en días de mucho calor o en días de mucho frío».
Vinculado a este fascinante mundo, el Parque de las Ciencias ha inaugurado a principios de este año «Cazadores de dragones», una exposición temporal sobre la investigación en el campo de la paleontología. La muestra, que ha sido producida en colaboración con el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid y que podrá visitarse hasta el 11 de enero de 2026, realiza un recorrido por la historia de la investigación sobre los dinosaurios a través de algunos hitos importantes de la Paleontología, de su contexto histórico y de las personas que los protagonizaron.

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La trayectoria profesional de Luis Alcalá arranca con el diseño de mapas geológicos gracias a una beca en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC). Para, más tarde, iniciarse en el análisis y clasificación de fósiles de vertebrados en el Museo Nacional de Ciencias Naturales; pero lo que consagró su pasión por los dinosaurios fue la beca predoctoral en Paleontología de Vertebrados financiada por Caja Madrid.
Luis Alcalá es uno de los fundadores del parque temático Dinópolis (Teruel), dedicado a la Paleontología y al mundo de los dinosaurios inspirado en la película Parque Jurásico.
Dos de los grandes hitos que enorgullecen a Luis Alcalá en sus investigaciones en equipo, por su importancia mundial, son el hallazgo en Teruel del dinosaurio más grande encontrado en Europa hasta el momento, Turiasaurus riodevensis, que ha permitido describir un completo nuevo grupo de dinosaurios; y el descubrimiento, por primera vez en la historia, de médula ósea fosilizada en el interior de un hueso de una rana que vivió hace unos 10 millones de años.
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TEXTO Y VÍDEO:
Parque de las Ciencias. Andalucía – Granada
Pilar Arenas Leal
Lucía Martín Gómez
Álvaro Navarrete Bolívar
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