La película Romería, último título de la directora española Carla Simón, se estrenó en España el pasado 5 de septiembre tras un exitoso recorrido por festivales internacionales. Ha tenido muy buenos resultados de taquilla, por ahora ha recaudado cerca de un millón y medio de euros y ha sido vista por alrededor de 200.000 espectadores. Asimismo, ha sido preseleccionada como película española para optar a mejor película extranjera en los Óscar junto a Sorda y Sirat aunque finalmente ha sido esta última la definitivamente enviada como representante española para estos premios.
En mi caso, desde que vi el Estiu 1993 en 2017 quedé enamorada de esta directora y fascinada con su historia y, sobre todo, con su manera de contarla. Sobre esta película publiqué una reseña en mi blog cuyo enlace os dejo al final de este artículo.
Luego, hemos seguido a esta cineasta en Alcarrás (ganadora del Oso de oro en el Festival de Berlín en 2022),en el corto Carta a mi madre para mi hijo (con Ángela Molina) y, ahora, en Romería. Tanto Verano 1993 como Romería son películas autobiográficas en las que la realizadora aborda con valentía la cuestión de no haber conocido a sus padres, quienes murieron poco después de que ella naciera por SIDA contraído por su adicción a las drogas.
Actualmente, podemos relacionar la película Romería con el documental que se va a estrenar sobre la vida de Alba flores y de su padre, Antonio Flores. El documental Flores para Antonio dirigido por Elena Molina e Isaki Lacuesta está basado en la biografía de Antonio Flores, quien, como es sabido, sufrió problemas de adicción a las drogas que están probablemente relacionados con su muerte sucedida unos días después del fallecimiento de su madre. En el documental, que se estrenará el próximo 10 de octubre, la protagonista es también su comprometida hija Alba, la cual perdió a su padre con ocho años. Por tanto, se da la circunstancia de que nos encontramos con algunos/as hijos/as de una generación de unos treinta años largos, huérfanos/as de padres perdidos por la droga o el SIDA en nuestro país en los 90, los cuales ahora sienten la necesidad de hablar sobre el asunto y, sobre todo, de crear o alentar a la creación sobre ello.
En efecto, la película Romería aborda una interesante cuestión social y también histórica, aunque cercana, muy valiente tanto por el tema abordado como por la vivencia personal de la directora. Esa valentía podemos descubrirla en la descripción de las relaciones familiares, en la muestra de escenarios, situaciones y lugares del pasado cargados de recuerdos y, en ocasiones, abandonados.

En cuanto al título del film, Romería, hace referencia a la búsqueda de los padres desaparecidos pero también de información y de verdad. Asimismo alude a lo popular, y a lo folklórico. De hecho, la directora ha manifestado en entrevistas su gusto por este tipo de festividades populares a las que la familia con la que vivía y que la educó era tan reacia.
Un elemento muy atractivo de la película, es el choque entre el momento en el que se desarrolla la mayor parte de la trama, a comienzos de los 2000 ( es el momento de la búsqueda de la historia y los lugares en los que vivieron los padres de la protagonista); frente al pasado en el que se relata la historia de amor de los progenitores, son los años ochenta-noventa, este relato está unido irremisiblemente a la droga pero también a la libertad, al amor, a la juventud, a la esperanza, al deseo, a la inocencia, al embarazo, y a la rebeldía contra la familia que se opone a su libertad y a su relación. Me parece un gran acierto ese contraste que se establece entre la realidad de los personajes en los 2000 y la vida de los padres desaparecidos en los 80-90.
En definitiva, se representa una contraposición entre esa generación de los 2000 que puede resultar, en cierto modo, conservadora o pacata junto a la de la otra época anterior, en la que vivía la generación que, sin poder saberlo en ese momento, se acabaría dejando la vida en el camino.
En este sentido podríamos recordar a tantos/as otros/as como, por ejemplo, a Marta Sánchez Martín, la hija de Carmen Martín Gaite y Rafael Sánchez Ferlosio, quien también falleció en aquel tiempo, los hijos de otros/as autores/as, algunos/as cantantes/as o las generaciones enteras perdidas en ciertos lugares como Galicia o Madrid pero también por todo el estado y en otros países. En lo que respecta al estado español, hay teorías que afirman que la heroína pudo ser utilizada como herramienta para la desmovilización social. En otros países, como, por ejemplo, Irlanda, podemos acercarnos al ambiente de drogadicción y narcotráfico que se desarrolló también en los ochenta y noventa a través de la película Veronica Guerin, en la que se relata el asesinato de la periodista homónima por investigar el narcotráfico en aquel país.
La búsqueda, el cómo la directora afronta la pérdida de sus padres, a los que no conoció, desde la investigación y, sobre todo, cómo anhela en sus películas ese abrazo figurado con esos progenitores a los que no llegó a conocer y esa indagación en el por qué sucedió, el cómo fueron, cómo era el resto de la familia, qué le ocultaron y que no y por qué razones, etc. son el valor más importante de esta película y del cine de Simón, quien convierte en arte la orfandad en busca de consuelo.
Destacan, también, acierto narrativo es la utilización del diario de la madre como hilo conductor de la película y las grandes interpretaciones de la actriz y el actor protagonistas, intérpretes poco conocidos, que nos sorprenden positivamente como ya sucedió en las otras películas de Carla Simón.
Solamente hay dos pequeñas cosas que me han chirriado un tanto. He escuchado y leído buenas y malas críticas en torno a estos aspectos de la película y supongo que dependerá el juicio de opiniones personales. En primer lugar, aparece una pequeña parte musical, que, asombra un poco por lo inesperada, y el corte abrupto que supone el momento de incluirla así como con el tono o los tonos de la película. Como digo, sin embargo, otros han visto en esta escena un valor simbólico de la cinta.
Luego hay otro aspecto narrativo que desmerece un poco la película, se trata de la resolución del conflicto con el que se inicia el nudo del argumento. No sé si se trata de un detalle absolutamente autobiográfico necesario, o no, pero en la película queda algo maniqueo.
Son dos detalles de poca relevancia que no hacen que la película deje de ser original, necesaria, distinta, llena de verdad y que invite a la reflexión sobre un tema no manido y expuesto desde un punto de vista interesante y diferente. La película es muy personal, y de una factura impecable desde los puntos de vista de la imagen y la interpretación. Cuenta con una fotografía, una luz, unas imágenes y unos paisajes del océano y las costas de Galicia espectaculares. Qué duda cabe de que se trata de una gran película que merece la pena ser vista.
Salimos de la sala de cine del centro comercial (las otras salas han ido desapareciendo en general, con honrosas excepciones) con la cabeza llena de memoria de “los dosmil” y de “los ochenta” y nos topamos con algunas realidades de nuestro nuevo tiempo: postureo, influencers, hedonismo y carpe diem llevados al límite, poca conciencia social, etc. Cabría plantearnos si las época y nosotros somos mejores o peores y si, tal vez, el hecho de, en la actualidad, estar adaptados a un momento histórico bastante enfermo en muchos sentidos, nos haga inválidos para juzgar otros momentos y otras actitudes.
-Tráiler oficial de Romería:
Enlaces de interés
-Reseña sobre Estiú 1993: https://elblogdepilarmesaarroyo.blogspot.com/search/label/Cr%C3%ADtica%20cinematogr%C3%A1fica.
– Tráiler oficial de Alcarrás:
-Cortometraje Carta a mi madre para mi hijo:
-Tráiler oficial de Flores para Antonio:
-Documental Drogas. Bailando con la muerte:
https://www.movistarplus.es/documentales/drogas-bailando-con-la-muerte/ficha?tipo=E&id=4061920
-Sobre el fallecimiento de Marta Sánchez Martín:
-La heroína utilizada para la desmovilización social:
-Sobre la película Veronica Guerin: https://educomunicacion.es/cineyeducacion/periodismo_veronica_guerin.htm






Deja una respuesta