Dicha formación, titulada “Metodología para un enfoque comunicativo innovador de la enseñanza del francés”, tenía como objetivo principal trabajar documentos auténticos sacados del entorno cotidiano francés (publicidades, canciones, poemas, novelas, cómics, películas, artículos de prensa, etc.) siguiendo las técnicas didácticas de la pedagogía activa desarrollada por Alexandre García, director del CIA.
La pedagogía activa permite trabajar documentos auténticos actuales creando una predisposición favorable al proceso de aprendizaje y vinculándolo a una imagen dinámica y estimulante de la enseñanza del francés. Para ello, sitúa la motivación de los alumnos en el centro de su metodología: cada actividad despierta su curiosidad y les invita a que se comprometan en su aprendizaje.
La pedagogía activa transforma al alumno en el actor principal, en el motor del aprendizaje. Alexandre García recurre a la metáfora de “la mise en appétit”: es el docente el que tiene que abrirle el apetito al alumno. Debe crear una situación de “desajuste”, de desequilibrio, de frustración positiva que desestabilice al alumno y a la vez le llame la atención, independientemente del contenido que vaya a cubrir.
Otro punto en el que insiste el director del CIA es la necesidad de dar los contenidos a los alumnos en dosis homeopáticas: “con cuentagotas”. Por último, el docente debe apartarse: cede el paso a sus alumnos que sacarán el máximo partido de sus capacidades con cada actividad propuesta, de ahí también el nombre de pedagogía de “l’envie” (las ganas).
A lo largo del documento trabajado, llamado documento « desencadenante », el docente debe crear incidencias y llevar al alumno hasta la solución/respuesta gracias a los indicios y las inferencias.
Un ejemplo de aquello sería la siguiente viñeta del humorista gráfico argentino Quino, en la que hemos borrado parte del dibujo: éste es el detonante para despertar el interés de nuestros alumnos, que querrán a toda costa llegar a la respuesta.
El docente les guiará preguntando: ¿de qué lugar se trata?, ¿qué elementos (objetos, personas) les han ayudado a identificarlo?, ¿cómo describirían a los clientes?, ¿qué podría estar pasando?, etc.
Encontramos el mismo proceso en las fichas pedagógicas que pone el CIA a disposición de los docentes en su web “Le français et vous”:
– una publicidad sobre “Ni putes ni soumises”;
– y una campaña informativa sobre el uso de los antibióticos.
Por lo tanto, para facilitar la participación del alumno al proceso de aprendizaje, hay que tener en cuenta dos grandes principios:
– el principio de marcado: se trata de condicionar la predisposición del alumno que debe sentirse cómodo frente al documento trabajado;
– y el principio de restauración del equilibrio cognitivo: hay que crear cierta estabilidad entre el alumno y el documento que se habrá trabajado un poco antes de presentarlo en su totalidad.
Dichos principios ayudan mucho a la hora de trabajar una película o una novela en lengua extranjera. Alexandre García aconseja presentar extractos cortos de una novela o fotos sacadas de una película, que llevarán al alumno a descubrir el personaje principal, los lugares por lo que se desenvuelve, la época en la que ocurren los acontecimientos, etc. El alumno se convierte en un detective del idioma que emite hipótesis partiendo de los indicios presentes en cada extracto. Es lo que Alexandre García denomina “la técnica del tráiler”.
Así es cómo procede para motivar la lectura de la novela francesa de David Foenkinos, Charlotte, que recibió el Prix Goncourt des lycéens en 2014 y que narra la vida de la pintora judía, Charlotte Salomon, víctima de los Nazis.
A lo largo de la formación, pusimos en práctica todas las estrategias de la pedagogía activa buscando actividades que estimulen la curiosidad y desarrollen las capacidades comunicativas de los alumnos para los documentos propuestos: poemas (Bárbara de Jacques PRÉVERT), artículos de prensa, canciones (On ira de ZAZ; Non, non, non, écouter Barbara de Camélia JORDANA; Demain de Thomas DUTRONC; La chauve-souris de Thomas FERSEN), novelas, películas, etc.
En su página web “Le français et vous”, el CIA pone a disposición de los profesores:
recursos pedagógicos diversos para el aula: sous le platane;
una batería de juegos y ejercicios para que los alumnos mejoren sus conocimientos: sur les galets;
et “les coups de coeurs”, es decir los flechazos sobre la actualidad cultural francesa: sur les pavés.
En abril, el CIA publicó en su web la unidad didáctica elaborada siguiendo estas pautas dentro del PLC de mi centro. Esta unidad tiene como objetivo despertar el interés del alumnado hacia la lectura de un libro auténtico en francés (en nuestro caso, Les vacances du Petit Nicolas de Sempé y Goscinny).
También tuvimos la oportunidad de analizar y corregir producciones escritas de alumnos del CIA partiendo de tablas de indicadores del Marco Europeo Común de Referencia para los idiomas del Consejo de Europa, y cuestionar las competencias a desarrollar en los alumnos.
Fue una semana muy intensa que concluyó con un momento de alegría, intercambio y convivencia alrededor de unas riquísimas pizzas ofrecidas por el CIA y que completamos con visitas culturales de las ciudades de Antibes, Nice, Saint Paul de Vence y Baulieu-sur-Mer. Fue la ocasión de reunir a 26 profesores de FLE de distintos países (Italia, Alemania, Rusia, Austria y España) alrededor de un mismo reto: enseñar francés de manera agradable para los alumnos y gratificante para los docentes.
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