Coral del Castillo Vivancos: «Tres microrrelatos noir en el marco del Granada Noir, 2025»

Bulbos de tulipanes

Se había convertido en un acontecimiento anual la plantación de bulbos de tulipanes en el Parque, todos los vecinos estaban invitados a esta cita por el Ayuntamiento que con esta iniciativa quería promover el cuidado del parque involucrando a los ciudadanos y así evitar el abandono y descuido que hasta hace unos años presentaba.

Además también era una forma de recibir el otoño, ya que la mejor época para plantarlos era en esta estación cuando empieza a refrescar y así florecerían más hermosos en primavera.

El Ayuntamiento proporcionaba a cada participante bolsas con bulbos, Eugenio cogió la suya pero mezcló otros bulbos que había traído de una variedad distinta.

Una vez acabada su plantación volvió a casa satisfecho. Por fin se había desprendido de los trozos más pequeños del cadáver descuartizado de su mujer desaparecida, a la que la policía estaba buscando.

Coral del Castillo, 27 de septiembre de 2025

Suena el despertador

Estaba profundamente dormida cuando sonó el despertador, somnolienta e irritada miró al despiadado artefacto que la había sacado de un plácido sueño después de sufrir los atronadores ronquidos de su marido.

El despertador que estaba en la mesilla de noche de su marido seguía sonando y su marido, cosa rara, ni roncaba ni se despertaba con el sonido infernal. Se incorporó y fue a pasar el brazo por encima de él para apagar el reloj cuando lo vio en el suelo, vio el cojín con el que había asfixiado a Juan para que dejara de roncar.

Sonrió complacida, apagó el despertador y siguió durmiendo beatíficamente.

Coral del Castillo, 27 de septiembre de 2025

Tatuajes

Sí, soy un fanático de los tatuajes, lo reconozco, literalmente me vuelven loco, hasta el punto de que hice un curso de tatuaje para aprender bien la técnica, me he comprado un buen equipo y, aunque no es mi profesión, se ha convertido en la pasión de mi vida.

Voy por la calle, entro en cualquier lugar o me subo a un transporte público y solo me fijo en la gente que va tatuada que cada vez es más.

Las salas de tatuaje me fascinan, a veces si son amigos los tatuadores me dejan que tatúe a algún cliente, lo que puedo hacer con mi flamante título de tatuador.

En mi casa he montado una sala de tatuaje y he puesto tatus a algunos amigos pero no tantos como me hubiera gustado, así que, llevado por una incontrolable pulsión artística, decidí buscar gente que quisiera tatuarse y llevarlos a mi casa donde se los haría de manera gratuita.

A la primera chica que llevé la conocí en un concierto underground, quería un tatu en una pierna, cuando terminé le ofrecí tatuarle también la otra pierna , se negó, yo insistí pero siguió negándose y se levantó del sillón para irse, intenté convencerla para hacérselo en un brazo o en la parte del cuerpo que ella quisiera, no hubo forma aunque yo le argumentaba que tenía una piel magnífica, lo que era cierto , y que los tatuajes se la realzaban, seguía empeñada en marcharse lo que yo no podía permitir, así que cuando estaba a punto de abrir la puerta de la calle, la sujeté con fuerza, la llevé al sillón de mi sala de tatuaje donde la inmovilicé con unas correas que le había instalado al sillón y le tapé la boca con cinta aislante, también los ojos porque su mirada de horror me distraía.

Hice descansos para comer algo y relajarme pensando en el siguiente dibujo que le haría. Ella se había desmayado lo que fue mejor para poder terminar mi obra tranquilamente. Cuando ya había terminado de tatuar casi toda su maravillosa epidermis, intenté reanimarla e incluso le puse un espejo delante para que viera como yo tenía razón y su piel lucía mucho más hermosa, pero ella no despertaba, le tomé el pulso y no tenía, debió morir de un infarto, yo no le hice nada.

Fotografié su cuerpo para comenzar una serie de imágenes de cuerpos tatuados que enmarcaría y formarían parte de una galería de tatus.

Dejé su cuerpo por la noche en un banco del parque,como una hermosa obra de arte que todos pudieran contemplar y busqué otro cuerpo para continuar mi obra.

Coral del Castillo, noviembre 2025

Coral del Castillo Vivancos

Ver todos los artículos de


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4