Joseph Roth ( 1894- 1939) autor del texto que da título a este artículo y Stefan Zweig ( 1881- 1942) son los mejores representantes de una literatura que dio testimonio de la desintegración de una Europa colapsada entre dos guerras mundiales.
Los dos son austriacos, judíos, los dos se exiliaron cuando Hitler llegó al poder y los dos murieron en el exilio, Roth en París y Zweig en Petrópolis (Brasil).
Los dos vivieron la amarga experiencia del derrumbamiento del mundo de los Habsburgo y sus consecuencias psicológicas y todo ello lo reflejaron en unas obras muy clarificadoras para entender esa época, escritas en primera persona narran situaciones y acontecimientos de los que fueron testigos y todo ello con un estilo culto y ameno.
Entre otras muchas obras, Zweig publicó “El mundo de ayer, memorias de un europeo” cuyo título y subtítulo ya indican que se trata del testimonio nostálgico de un europeo que ve cómo su mundo va desapareciendo.
Joseph Roth en esa misma línea publicó en prensa una serie de artículos en los que cuenta los viajes que hizo por toda Europa entre 1920 y 1930 , artículos que le dieron la oportunidad de observar la deriva de Europa. La editorial Acantilado ha publicado una antología de esos artículos seleccionados por Michael Hofmann y traducidos por Miguel Sáenz con el título “Años de hotel, postales de la Europa de entreguerras”, Barcelona, 2020.
El artículo “Licencia en Yablonovka” lo publicó Roth el 23 de septiembre de 1939 en el Das Neue Tage- Buch.
Empieza el texto con la frase “ Mi memoria atesora el recuerdo del pueblo de Yablonovka como si fuera una joya”. ¿ Dónde está ese pueblo ? .
Buscando información sobre el mismo encuentro que Yablonovka es un nombre común para varias localidades rurales en Rusia y otros países postsoviéticos, derivado de la palabra rusa “manzana”.
En Rusia uno de estos pueblos se encuentra a unos 50 km al sur de la ciudad de Engels, en la margen izquierda del río Volga.
En Ucrania las noticias de la guerra informaron de que otra localidad de este mismo nombre en la región de Sumy quedó bajo el control del ejército ruso el 5 de junio de 2025.
Chernihiv, capital de la región de Chernigov en el norte de Ucrania, a la que pertenece otro lugar llamado también Yablonovka, a 50 km de Bielorrusia donde había estacionadas tropas rusas, fue la primera gran ciudad ucraniana a la que llegaron dichas tropas tras el comienzo de la invasión el 24 de febrero de 2022. No llegaron a tomarla pero la bombardearon y sometieron a un duro asedio hasta su repliegue en abril del mismo año.
En resumen Yablonovka es un topónimo extendido que indica un asentamiento rural, a menudo con raíces históricas relacionadas con los alemanes del Volga o simplemente por la presencia de manzanas, en diversas regiones de Europa del Este.
¿A qué Yablonovka se refiere Joseph Roth?
Es difícil saber, la única referencia que da en el texto sobre su ubicación es que cuando era oficial del Imperio austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial, se encontraba en un sector del frente tranquilo, según sus propias palabras, a unos veinte km al este del pueblo y que el 19 de diciembre se fueron con una licencia a esta localidad.
Escribe Roth: “Fue durante la guerra. Pero el pueblo de Yablonovka, alejado de las grandes carreteras, había alojado solo un par de veces tropas austriacas y rusas. Las mujeres, los niños, los ancianos y el viejo sacerdote no habían sufrido ninguna amenaza en tres años”
“Habíamos atravesado ya muchos lugares devastados. Pero ese -extrañamente -se había salvado. Si nos quedábamos allí, tal vez participaríamos del milagro. ¿Por qué no? ¿ Por qué no quedarnos allí? ¿No valía un soldado, de la veintiuno o de la treinta y cinco, tanto como cualquier pato?”
“Tal vez de vez en cuando un avión trace círculos en el cielo, tanto da mientras los domingos sigan repicando las campanas. ¿Por qué no iba a ser así, por qué no iban a seguirse celebrando las festividades y los domingos?”.
Estas reflexiones las hace el autor antes de que le dieran la licencia de Navidad y sigue contando que, aunque estaban en un sector del frente relativamente tranquilo, le habían visto ya el rostro a la muerte que seguía rondándolos, y que “sentía sudores fríos al pensar en la Navidad, o más bien en todo lo que la acompañaba” incluida la llegada de paquetes navideños . “Así que estaba completamente solo en medio de la alegre expectativa de mis compañeros” .
Y en ese estado de ánimo ocurrió el milagro, como lo llama Roth, les dieron licencia para irse del frente a Yablonovka a pasar la Nochebuena.
Y a partir de aquí el autor va describiendo cómo desde la mañana de Nochebuena los aldeanos y los niños empezaban con los preparativos, describe también el Nacimiento que los hijos de la viuda en cuya casa él se alojaba habían hecho y anota un detalle curioso “la estrella de Belén brillaba dentro del pesebre, y se veía que no era una estrella, sino una escarapela dorada, como las que nuestros reales e imperiales militares solían llevar. A fin de cuentas, la guerra también había llegado a Yablonovka”, un símbolo de paz representado por una insignia militar…
Sigue narrando que su compañero y él fueron a la misa del gallo de los aldeanos no a la de los oficiales, en la iglesia, de pie con todos porque no había bancos compartieron con las gentes del pueblo las canciones y los ritos religiosos.
“Alrededor reinaba el silencio, no había rastro de la guerra. Diez o doce veces un reflector cruzó el cielo, pero incluso esa luz parecía pasear pacíficamente en aquel claro cielo”.
Al terminar la misa acompañaron a la viuda y a sus hijos a la casa y cenaron la típica comida navideña que la viuda había preparado con el cerdo sacrificado por su compañero soldado y carnicero de profesión.
“A las tres de la madrugada besamos a los niños y a la viuda, cada cual entregó sus dos paquetes y nos fuimos a dormir. A las seis de la mañana nos despertaron con una orden de marcha”.
En esta Nochebuena de 2025 todas las Yablonovka de Ucrania y Rusia siguen en alerta por la guerra, unas más que otras pero con un espíritu navideño mutilado por bombas, desplazamientos, destrucción y muerte. A pesar de todo la estrella de Belen seguirá esquivando los reflectores que atraviesen el cielo como en la época de Joseph Roth, los niños montarán sus Nacimientos, las madres prepararan las cenas, algunas tragándose las lágrimas y en las iglesias se cantará con más fuerza el “Gloria a Dios en las Alturas y en la tierra PAZ a los hombres de BUENA VOLUNTAD”, es lo que desearía el escritor austríaco y desearíamos todos y que el milagro de esa noche fuera el no estar de nuevo reviviendo el pasado. Dolorosamente ese milagro ya no se va a producir esta Nochebuena, ¿ocurrirá en la Nochebuena del 2026? la estrella de Belén no nos deja somos nosotros los que escamoteamos su LUZ.
Para terminar un dato curioso, la ciudad de nacimiento de Roth, Brody, que en su época perteneció a la provincia austríaca de Galitzia, actualmente pertenece a Ucrania.
22 de diciembre de 2025





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