En la tarde del jueves, 11 de diciembre, la Sala Máxima del Espacio V Centenario se transformó en un escenario lleno de emoción, música y compromiso social. Allí, las voces solidarias de las personas mayores resonaron con fuerza en apoyo de la infancia, especialmente de los bebés, protagonistas silenciosos pero esenciales de esta acción altruista.
El concierto contó con la participación del Coro del Aula Permanente, el Coro Pandereta y la Tuna Mixta APFA-ALUMA, cuyos integrantes, todos ellos seniors, demostraron que la edad nunca es un límite para continuar construyendo un mundo más humano y más justo. Muy al contrario, fueron ejemplo de cómo la experiencia y la sensibilidad acumuladas a lo largo de los años pueden convertirse en un motor poderoso para proteger y acompañar a las generaciones más jóvenes.
Los villancicos interpretados por el Coro del APFA, bajo la experta dirección de Pedro Antonio Pérez Hinojosa, envolvieron la sala en una atmósfera cálida, evocadora y profundamente navideña. Su magistral actuación consiguió que el público realizara un viaje emocional hacia los recuerdos de la infancia y hacia esa Navidad que une a las familias y refuerza los lazos entre mayores y pequeños.
A continuación, el Coro Pandereta, dirigido con entusiasmo y precisión por Guadalupe Alonso, llenó el escenario de energía y movimiento. Sus componentes bailaron y cantaron villancicos con tal maestría que lograron arrancar sonrisas y aplausos de todos los asistentes, quienes no solo disfrutaron de la calidad musical, sino también de la alegría contagiosa que transmitían.
El cierre del concierto llegó de la mano de la Tuna Mixta, magistralmente dirigida por Francisco Guardia, que interpretó canciones clásicas del repertorio tuno junto con entrañables villancicos. Su actuación se convirtió en un verdadero canto colectivo cuando el público, emocionado, se unió espontáneamente a las voces de la tuna, generando un ambiente mágico y festivo.
Sin embargo, más allá de la brillantez musical, el verdadero corazón del evento estuvo en el espíritu solidario que demostraron las personas mayores. Tanto quienes actuaron como quienes asistieron acudieron con sus aportaciones de productos para la infancia —pañales, leche infantil, alimentos no perecederos y otros enseres de primera necesidad—, simbolizando ese vínculo profundo e invisible que une a los seniors con los más pequeños de la sociedad. Ese gesto, humilde y enorme a la vez, reflejó el compromiso de los mayores con el bienestar de los bebés, recordando que la solidaridad intergeneracional es una herramienta poderosa para construir comunidades más fuertes y compasivas.
Los productos recogidos fueron retirados por voluntarios del Banco de Alimentos, encabezados por Jesús Mellado, quien dirigió unas palabras de agradecimiento antes del inicio del concierto. Mellado aprovechó su intervención para explicar la importante labor que realiza la entidad, especialmente en apoyo a las familias con bebés, subrayando el valor de cada aportación realizada por los asistentes.
El acto comenzó con palabras José Rodríguez, presidente de ALUMA, de bienvenida y reconocimiento hacia todas las entidades y personas que colaboraron en la organización del concierto, destacando que el éxito no solo fue musical, sino también solidario. Gracias al compromiso del público y de los grupos participantes, se logró una significativa recogida de productos destinados a mejorar la vida de los más pequeños.
La tarde del 11 de diciembre fue, sin duda, una jornada redonda: música, emoción y solidaridad se unieron para mostrar que las personas mayores siguen siendo un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más humana. Desde ALUMA, se reafirma el compromiso de continuar siendo el cauce a través del cual el alumnado senior practica y multiplica la solidaridad, especialmente hacia la infancia, que representa el futuro común.
Deja una respuesta