Gacelas y casidas
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Francisco Bautista Toledo: «Sobre gacelas y casidas»
La noche, el alma oscura, ante el deseo lejano que nubla el horizonte del poeta, hiela su sangre, en el transcurrir perdido por los senderos tenebrosos, anhelante de signos de esperanza, sueños de amor buscado, prisionero de la ceguera, esperando el esplendor presentido de la madrugada.