Romancero de los caminos de España
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Juan José Gallego Tribaldos: «El Barranco del Poqueira»
En la mitad del camino de la fragosa Alpujarra, como cicatriz abierta desde las cumbres nevadas y con el pico Veleta vigilante en su atalaya, el Barranco del Poqueira culebrea entre las montañas.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Pueblos Blancos»
Ruta de los pueblos blancos arriscados por las peñas, las casas arracimadas se arrebujan y cortejan mientras la cal encandila y las calles reverberan.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Órgiva»
Tras el Valle de Lecrín, en una profunda garganta, está el Puente de Tablate, donde se inicia el camino que nos lleva a la Alpujarra.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Mecina Bombarón»
Dedicado a Cristina López Pasear por La Alpujarra es un rito sacrosanto recorriendo pueblo a pueblo sin acelerar el paso, para poder disfrutar de unos paisajes orlados por el cielo azul intenso y el fervor hospitalario de la gente alpujarreña tan amistosa en el trato.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Castril»
Es Castril un bello pueblo, cuyo nombre se deriva de “castrum”, que es “campamento” en raíz de voz latina pues Roma dejó sus huellas según la historiografía, aunque también hubo tribus que por aquí convivían, allá en los tiempos prehistóricos de las culturas neolíticas.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Huéscar»
En una vasta llanura, bajo el Peñón de la Sagra, el bello pueblo de Huéscar paradigma de templanza donde los vientos del norte con desconcierto cabalgan arrinconando las hojas en la esquina de la plaza.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Montefrío»
Fue nominado “Mons frigus” en tiempos de los romanos y “Montefrid” por los árabes, hasta que los castellanos la llamaran Montefrío cuyo nombre ha perdurado.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Motril»
La etimología del nombre está en Murgis o Murteto, quizás, un lugar de mirtos, a orillas del Guadalfeo que camina hacia la mar con pasos a ritmo lento.
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Juan José Gallego Tribaldos: «Granada»
Cuando Miguel de Unamuno contemplaba un día Granada a sus ojos afloraron unas repentinas lágrimas, que no eran de emoción, como él mismo confesara sino de una plenitud mística y resucitada. —-oooOooo—-
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Juan José Gallego Tribaldos: «Reino de Granada»
A partir del siglo onceno, los del linaje zirí que de la medina Elvira migraron al Albaycín, erigieron una taifa, siendo su primer emir un guerrero bereber llamado Zawui ibn Zirí.
