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Virtudes Montoro López: «Hijos como arma arrojadiza»
Los hijos quedan atrapados en una especie de paréntesis gravitatorio después de un divorcio, con miles de dudad, culpas, sentimientos de miedo, de ansiedad ante la nueva restructuración familiar. Si la situación no se lleva correctamente, pueden ser caldo de cultivo de posibles trastornos: depresión, problemas de ansiedad, autoestima, ira, problemas comportamentales, llamadas de atención…