Son alumnos especiales y su profesor, José Luis Ortega Jaldo, ha hecho de las artes escénicas una herramienta clave para ayudarles. En este caso, la integración se ha trabajado a través del teatro con este «espectacular» recital de fábulas. Así las cosas, al comenzar los ensayos, explica el profesor Ortega que «la mayoría no sabían qué era una fábula, ni habían interpretado nunca y mucho menos recitado. El trabajar con textos en verso complicaba las cosas. Ha sido arduo, pero se entusiasmaron rápidamente ante la recitación-escenificación de las primeras fábulas: al ver su argumento, su sentido, su moraleja… Nos hemos reído muchísimo, les ha encantado, y lo más importante para ellos ha sido ver ‘el sentido práctico’ de esta experiencia: al aplicar a su vida real todo lo aprendido, especialmente la mejora de su capacidad de expresión verbal, enfocada, especialmente a una entrevista de trabajo».
Han sido mucho lo que han trabajado, pero ha habido algunos aspectos que les ha costado más a estos alumnos. «La constancia, esa desconocida clave del éxito, ante su fuerte sentido de la inmediatez. La lucha contra el desánimo ante la más mínima dificultad: la comprensión del texto, su memorización, por ejemplo; y luchar contra el dejarse llevar por la inercia del no hacer nada. El elogio y el animarlos ante los más mínimos avances ha sido muy importante», concluye el profesor Ortega Jaldo.
A pesar de todos estos contratiempos, los alumnos internos «han participado muchísimo en todos los aspectos: preparación-memorización de los textos, localizar elementos para las escenificaciones, realizar el cartel publicitario gigante para el centro, la organización de los pequeños grupos para la representación de cada fábula, establecer el orden de intervención, las presentaciones: del acto y de cada una de las fábulas… Con todo ello se han puesto en práctica muchos de los valores que pretendía trabajar con esta experiencia: responsabilidad, solidaridad, puntualidad, altruismo, compañerismo…». Aclara que «todo este trabajo se ha hecho en el tiempo libre de los interinos, conjugándolo con el mío; incluso después, por la noche, se reunía todo el grupo y ensayaban solos. Se han sentido realmente motivados. Entusiasmados, al descubrir el hecho de ocupar su tiempo libre de forma constructiva».
Los internos han recibido grandes lecciones y ellos han dado alguna con su compromiso. Este trabajo «no es una cosa fortuita y accidental sino que detrás hay un itinerario anterior de bastantes cursos» en los que José Luis Ortega ha aplicado las Artes Plásticas y Escénicas a la enseñanza con buenos resultados. Estudió Interpretación teatral en Madrid especializándose en Declamación poética con el actor Emilio Gutiérrez Caba y todo ello «lo he aplicado a la enseñanza». Posteriormente hizo Bellas Artes (Dibujo y Pintura) y todo lo aprendido lo aplica en sus clases y sus lecciones.