Villanueva Mesía, septiembre de 1981- junio de 2012
Por las fechas se aprecia que el intervalo entre una y otra corresponde a casi 31 años. Es el tiempo que he estado destinado en este colegio -bueno, todavìa no me han comunicado que mi jubilación se hace efectiva, aún estoy esperando esa llamada para firmar el finiquito-.
Desde que empiezan los rumores de cambio en la normativa hasta que en la prensa aparece el comunicado de que se suspenden las jubilaciones anticipadas días pasados, me produce una sensación agridulce: ¿qué pasará?, ¿lo habré hecho bien al posponer mi decisión hasta finalizar el curso cuando podía haberme ido el 8 de enero?. No lo se. Ya no tiene vuelta atrás.
De todas maneras, ahora, esta mañana cuando escribía estas líneas, no se si me quiero ir. Si se cumple mi solicitud dejo el Claustro, pero no me gustaría dejar a mis compañeros y compañeras de trabajo ni el Cole, al menos por algún tiempo.
Aquí he pasado más de la mitad de mi vida, he sobrevivido a cuatro directores en mis 29 cursos de secretario, he conocido a infinidad de maestros y maestras, unos con mayúscula y otros que han pasado como de puntillas para no dejar huella. También añado aqui a Elena y a Desy, entre los primeros. No me puedo olvidar de la AMPA y sus directivas, que con su desinteresada y no siempre reconocida labor, nos apoyan en tantas actividades.
Recuerdo especialmente el día que llegué, el 1 de septiembre de 1981. Las reuniones las teníamos en lo que hoy es la biblioteca, sólo estaba el bloque principal; las estrecheces y la penuria económica y de material didáctico eran más que evidentes pero creo que la calidad de nuestro trabajo era tan buena como la de ahora. En ese curso se inauguró el módulo de la secretaría; las actuales aulas de infantil se construyeron años después, bastante más adelante el del gimnasio y ayer el “poyete” del porche.
He visto pasar muchas personas y muchos cambios; de todo algo he aprendido. Si he contribuido a que en la memoria de cada curso se haya podido anotar que se han cumplido los objetivos previstos, me siento contento.
Al alumnado, unas 800 personas, a quien va dirigido nuestro trabajo, me doy por satisfecho con pensar que mi labor les puede haber ayudado a ser unas buenas personas y a saber comportarse en todos los ámbitos de su vida.
Espero que, colocado en una balanza mi trabajo realizado satisfactoriamente, el no llevado a cabo junto con el de resultado negativo, inclinen el fiel hacia el primer platillo.
No se me debe nada porque he cobrado cada fin de mes y, además, en la mayor parte del tiempo he disfrutado de lo que he hecho: de mi docencia, de mi secretaría y de los proyectos en los que he colaborado.
He sido y me siento Maestro.
Espero dejar un buen recuerdo, al igual que me lo llevo de esta institución y de quienes pertenecen o han pertenecido a ella.
Un abrazo y gracias a todas y todos.
Jaime.
Nota: Esta misiva fue publicada por el propio Jaime en la web del CEIP Cardenal Cisneros Desde IDEAL EN CLASE deseamos a Jaime y a todos los maestros y maestras jubilados que disfruten mucho de esta nueva etapa de sus vidas.
Si desea dar a conocer la labor desarrollada por alguno de estos docentes sólo tiene que ponerse en contacto con nosotros: enclase[arroba]diarioideal.es