El primer día, todos nos sentíamos muy nerviosos por conocer a los que iban a ser nuestras parejas de intercambio durante 10 días. Pensábamos que serían más serios y estrictos que en España pero al llegar a nuestro primer punto de encuentro todos estaban en la entrada del instituto esperándonos con una gran sonrisa y nos hicieron sentir un miembro más de ellos, en ese momentos nos dimos cuenta de que aunque miles de kilómetros nos separen no somos tan diferentes como creíamos.
Todos nos despedimos y cada uno se fue con su familia alemana, al llegar a casa el recibimiento fue maravilloso, cenamos juntos y en mi caso hicieron una barbacoa en el jardín. También hay que decir que allí cenan a las 7 de la tarde ya que los horarios son totalmente distintos que los de España, pero finalmente nos habituamos a ellos.
Lo que más me sorprendió es que siempre debían coger el tranvía para cualquier sitio al que fueran ya que la mayoría suele vivir a las afueras de la ciudad, cosa que me gustaba mucho ya que al salir de su casa podías contemplar la naturaleza en estado puro, sin ruido ni contaminación.
A parte de disfrutar de nuestras familias, pudimos visitar muchos sitios como el Parlamento Europeo de Estrasburgo, el cual nos asombró a todos debido a su gran amplitud y a las explicaciones sobre el mantenimiento, funcionamiento y organización que nos dieron sobre aquel lugar.
También visitamos distintos museos de arte, el centro histórico de Saarbrücken, la ciudad de Tréveris, una fábrica de acero declarada Patrimonio de la Humanidad…
La visita que más me gustó sin duda alguna fue la de Estrasburgo, sobre todo cuando vimos la catedral e hicimos un trayecto en barco por el Bajo Rin.
En general, la experiencia ha sido para todos inolvidable ya que no todo el mundo tiene la gran oportunidad de hacer un intercambio con otros países y conocer sus costumbres, su idioma y mucho menos de convivir con una familia la cual nos ha hecho agradable la estancia.
Este intercambio continuará en el mes de mayo en España con la llegada de nuestras parejas alemanas con las cuales muchos de nosotros seguramente sigamos teniendo contacto.
(*) Alba Navarro Arco, alumna de 4ºESO del IES Padre Manjon.
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