«Este libro tiene bastantes rasgos culturalistas pues entiendo que la poesía tiene que ser leída y el poeta saber de lo que habla y conocer su oficio. Hay pequeños guiños al buen lector de poesía que sabe guiarse por el camino que le trazan las citas culturales», así lo indica su autor Juan José Castro Martín (Motril, 1977) que en los últimos años compagina su labor como docente con su pasión por la poesía. «El proceso creador ha sido largo, arduo y difícil. Ha supuesto mucho tiempo y muchas lecturas. También a veces penoso, sobre todo la parte de publicar. Sin la labor lectora de amigos y familiares no habría podido acabarlo. Gracias a todos ellos el resultado ha sido muy sorprendente», explica el autor ‘La piel de la intemperie’ (Nazarí) que lo presenta el viernes en el Centro Artístico en un acto en el que le acompañarán los poetas Virgilio Cara y Juan Peregrina, este último también en su faceta de editor (20 h).
Juan José Castro sabe de lo que habla pues es licenciado en Filología Hispánica y en Teoría de la Literatura y Literatura comparada por la UGR que desde hace cinco años imparte clases de Lengua Castellana y Literatura Universal a sus alumnos del IES Montevive de las Gabias. Además se le da bien escribir poesía pues sus cuatro libros publicados han obtenido reconocimiento, pues ‘No cesa el tiempo’ fue Premio Genil de Literatura en 2002; ‘Deriva de las islas’ recibió el premio de poesía Villa de Peligros, (2007), por ‘Margen de lo invisible’ se le concedió el premio de poesía Florentino Pérez-Embid de la Academia de las Buenas Letras de Sevilla en 2010 y su cuarta obra titulada ‘La habitación cerrada’ fue reconocida en 2015 con el XIX premio internacional de poesía ‘Antonio Machado en Baeza’. A este respecto aclara que «lo de los premios es bastante complicado, pero me ha permitido publicar».
Además de estos libros premiados se puede seguir su poesía en revistas y publicaciones como ‘El maquinista de la Generación’, ‘EntreRíos’, ‘Extramuros’, ‘Litoral’, ‘Piedra del molino’ o ‘Letra Clara’, también en el volumen de homenaje a Luis de Góngora, ‘Pasos de peregrinos’, editado por el Patronato Federico García Lorca y la Diputación de Granada. Aunque reconoce influencia de muchos poetas admite que en este libro, en el que explora el poema en prosa, el verso libre y nuevas formas de expresión, hay un claro homenaje Góngora que califica de «faro». Para que los lectores no se despisten aclara ha incuido una serie de hitos lo que no quita que su lector ideal deba tener un amplio bagaje de conocimientos literarios. Así mismo, opina que al lector tiene que llegarle la poesía para lo que tiene también que formarse.
Como buena puerta de entrada, Pablo Acevedo en su prólogo indaga en los poemas en verso y en prosa (perfectamente versificables y con gran ritmo interno) que forman parte de este libro organizado en torno a tres partes: ‘Sueño’ (Los venenos), ‘Sopor’ (Los cuerpos graves) y ‘Reflejos’ (Los limbos), llegando a afirmar que Juan José conoce y domina cómo la poesía vuelve «más real la realidad» que el autor interpreta cómo que «muchas veces la poesía es un lugar donde se cruza el mundo real, la vida, con el mundo interior. La poesía trata de materializar cosas que no son realmente visibles. De alguna forma ese mundo real es cuestionable, entonces la poesía trata de dar sustento a ese mundo que muchas veces se nos escapa de las manos porque puede ser tan ficticio como el mundo de la poesía».
OÍR AUDIO DE LA ENTREVISTA: