«Lorca siempre tenía Granada en su boca y en su corazón» o «Mucha gente se va a sorprender de la catolicidad de Lorca», podrían haber sido igualmente titulares extraídos de la entrevista realizada a Francisco Castilla Torres (Alhendín, 1958) con motivo de la presentación de su segundo ensayo dedicado a nuestro poeta más universal. Si en el primero abordaba «la muerte en su vida y en su obra», ahora, en el titulado ‘Lorca. Luces y sombras’ (Nazarí), lo hace centrándose en la religiosidad y la ciudad de Granada. Lo presenta el jueves, 30 de marzo, en la Biblioteca ‘Francisco Ayala’ en un acto que tendrá lugar a las 19,30 horas donde el autor estará acompañado por el profesor universitario y escritor, Juan Mata Anaya y el editor Alejandro Santiago.
«Llevo cerca de 30 años estudiando la figura de Lorca, tratando de acercar a este poeta y dramaturgo tan granadino tanto a personas con una cultura media como a profesores, estudiantes y otras personas de cultura amplia a los que les interesa su literatura», comenta este autor que en la actualidad ejerce como maestro de Primaria en el Colegio Juan XXIII del Zaidín. Seguidamente añade que «la religión y Granada son dos temas muy vinculados con Lorca. Con el primero quiero demostrar que quienes le asesinaron y le quitaron la vida no fue porque fuese ateo pues era todo lo contrario era católico como se desprende de las citas de sus obras. En cuanto a Granada es el centro de su vida de su corazón, allá por donde iba, en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, en Buenos Aires, en Barcelona, siempre tenía presente Granada, no solo como lugar de nacimiento sino también como una especie de personificación».
Dos temáticas que Castilla ha rastreado en todas las obras de su amplia biblioteca, -posiblemente la quinta o sexta más completas dedicadas a Lorca-, habiendo sido fundamental para la temática religiosa el libro de Eutimio Martín, autor de ‘Lorca, heteredoxo y mártir (1986) y ‘El 5º Evangelio’ (2013) . Por ello insiste que «mucha gente se va a sorprender de la catolicidad de Lorca, especialmente los católicos de pro cuando lean lo que pensaba y ha escrito, por ejemplo, en ‘Mariana Pineda’ donde «la religiosidad es asombrosa». Abordar el tema de la religiosidad en Lorca se le ocurrió en el momento que estaba estudiando la muerte para su anterior libro pues se percató de que hay mucha gente que alega que lo mataron por su falta de religiosidad y por sus ideas republicanas. Como contrapunto expone el ejemplo del desplazamiento que realizó desde Madrid a Granada exclusivamente para salir con la emblemática cruz de Santa María de la Alhambra.
En lo que concierne al tema de Granada señala que ha indagado en una gran diversidad de autores que lo abordan «pero de una forma ligera, superficial» demostrando que siente una ambivalencia de amor/odio pero no de rechazo a Granada, sino de los acontecimientos sucedidos en Granada desde los tiempos de los Reyes Católicos con la expulsión de algunas culturas que para Lorca fue el inicio de la decadencia. «Quiero que la gente se dé cuenta del amor que le tenía a Granada, que cuando la critica lo hace en sentido positivo, para reconstruir la Granada que el quería, que es un poco la idea de Ángel Ganivet», añade. Obra que le ha llevado varios años de trabajo y que le ha permitido comprobar que «abra por donde se abra en cualquier obra de Lorca está presente la religiosidad y Granada». En su opinión una de las obras donde se puede ver con mayor claridad esta afirmación es ‘Mariana Pineda’ que «hay que leer con mucho detenimiento porque está cargada de citas religiosas, también su muerte es un calco, una copia de todo lo que es la pasión de Jesucristo». Además de Cervantes y Don Quijote en el que lleva trabajando más de año y medio para demostrar lo equivocado que estaba Américo Castro cuando afirmaba que «ya estaba todo dicho», Castilla prepara también otro libro en el que explicar el por qué las obras de Lorca están protagonizadas por mujeres.
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