Nunca se sabe donde nos llevarán nuestros sueños si van acompañados del esfuerzo. También el azar juega un papel fundamental, si no que se lo digan a Luis Barbero, un joven nacido en Motril en 1992, sin antecedentes familiares en el mundo de la música y que, tras finalizar sus estudios como violista en el Conservatorio Superior de Friburgo con Wolfram Christ, el lunes se estrenaba en «uno de los mejores Festivales del mundo» con la Orquesta Sinfónica de Lucerna, dirigida por James Gaffigan. Fue en el Auditorio KKL de esta ciudad suiza donde intervino como solista el pianista Daniil Trifonov en un programa que incluyó las obras ‘Kikimora’ de Anatole Liadow, Op.63; Piano Concerto No. 4 de Serge Rachmaninoff Op.40 y la Suite del Ballet «Cinderella» de Serguéi Prokófiev. Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero lo ha conseguido hasta el punto de considerar que todos sus sueños se han cumplido. Siendo en estos momentos el único español en esta prestigiosa orquesta suiza. También tiene claro su futuro. «Ahora mismo creemos -habla por él y su novia holandesa, la también violista, Anna Meenderink- que por las circunstancias en las que estamos mi futuro próximo va a estar en una orquesta clásica de Centroeuropa».
Hace casi un año, IDEAL se hacía eco de su campaña de micromecenazgo con la que pretendía reunir los 10.000 euros necesarios para comprar un arco de viola que le diera opciones para entrar en una orquesta de primera categoría o Clase A. Por ahora solo ha reunido unos 2.500 euros, pero su campaña llegó a oídos una persona que le ha cedido un arco. «Un día estando en casa de mi novia, en Holanda, recibí un mensaje privado por Facebook, en el que el arquetero sevillano, Salvador Martínez me decía “creo que puedo ayudarte con el problema del arco ¿te parece bien que nos conozcamos en persona?” Yo tenía que ir a Alemania, por lo que decido llamarle por teléfono y me cuenta que tenía un arco francés del siglo XIX y que me lo quería ceder. Me quedé muy sorprendido puesto que este arco es mejor que al que yo aspiraba por el crowfounding. Al principio pensaba que era una broma, nunca creía que pudiera haber una persona tan generosa como él. Lo más sorprendente es que no me ponía ninguna condición, simplemente hacerle un seguro que es lo normal en estos casos y cuidarlo. Al final he conseguido este arco que puedo tener hasta que consiga el dinero suficiente para poder comprarme un arco propio del nivel que yo quiero. La verdad es que no me puedo quejar, pues la primera prueba que hice con él la conseguí ganar», nos cuenta.
En efecto, hace tres años Luis comenzaba sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Friburgo, con el profesor Wolfram Christ, solista de la Filarmónica de Berlín, lo cual ya consideraba como un «sueño inalcansable» que ahora se ve superado con su entrada como academista en la Orquesta de Lucerna por lo que se considera «muy afortunado» hasta el punto de manifestar que le faltan palabras para describir la ilusión que siente este joven que inició sus estudios en el Conservatorio de Motril, los continuó en el Conservatorio ‘Angel Barrios’ de Granada desde donde pasaría al Superior de Música de Castilla y León. Luego vendría su salto a Alemania. «Comencé con la música sin ninguna obligación de mis padres. Fue simplemente porque me encantaba desde muy pequeño. Cuando tenía cuatro años, ya les decía que yo quería aprender música», cuenta. Ante la insistencia, los padres le compraron un violín y le buscaron un profesor de violín, Davud Rajazi, el único que por entonces daba clases en Motril que les puso la condición de que, al ser tan pequeño, la madre estuviese presente en la clase para que le apoyase con lo que tenía que ir realizando.
Muy buenos recuerdos
«Todo empezó como un juego pues a los cinco años no me había planteado dedicarme a la música. Con ocho años entré en el Conservatorio de Motril, donde estuve hasta los 14-15 años, pues entonces no había la posibilidad de hacer el grado medio completo. Para hacer tercero había que desplazarse a Granada. Recuerdo que subíamos en autobús al Conservatorio Ángel Barrios donde cursé los cuatro cursos de grado medio que recuerdo como unos de los mejores años de mi vida», explica y que «la formación recibida fue buenísima». También que es en ese momento cuando se da cuenta de que se quería dedicarse a la música de forma profesional. Después vendría su salto al Conservatorio Superior de Salamanca (llamado ahora de Castilla-León, el único de esta comunidad, mientras que en Andalucía hay cinco) cuyos cuatro también califica de «maravillosos». Sería en su tercer año de violín en Salamanca cuando comienza a tocar la viola por una asignatura optativa llamada ‘Instrumento complementario’. Reconoce que era «como un juego tocar la viola» instrumento al que finalmente se ha terminado dedicando en exclusiva. Al concluir en Salamanca hace la prueba para entrar en el Conservatorio Superior de Friburgo (Alemania), «con la gran suerte» de que fue seleccionado. El caso es que Luis además de ser buen músico también es buena persona, como prueban los mensajes y correos de las Orquesta Joven de Andalucía (OJA) cada vez que ya ido superando un nuevo reto. El caso es que la viola, además de convertirse en el instrumento que le está abriendo puertas, también le ha brindado la oportunidad de conocer a su novia, la también violista holandesa, Anna Meenderink.
«Anna es una de las mejores violistas que he escuchado en mi vida. Es mucho mejor que yo, desde luego. Ha sido una serie de coincidencias que si nos ponemos a pensarlas es tan taro que dos personas se conozcan en una ciudad alemana, siendo uno español y otra holandesa, que coincidamos en la misma clase con el mismo profesor, en el mismo tiempo. Ha sido todo un cúmulo de casualidades. Anna es la mujer de mi vida y una inspiración a nivel personal y musical», nos comenta todo orgulloso. Antes de acabar le pedimos nos relate la anécdota de la beca y es que solicitó una ayuda para estudiantes no alemanes y cuando se la concedieron, -estamos hablando de una beca de 600 euros,- recibió una carta de felicitación en la que le expresaban su orgullo “por ayudar a estudiantes que vienen de países en vías de desarrollo y que esperan contribuya, a que si vuelven a su país, puedan ayudar económicamente y socialmente a mejorarlo”. Cuando le preguntamos si algún día le gustaría participar en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Luis nos cuenta que como granadino le haría una ilusión enorme, bien en calidad de solista, con un grupo de música de cámara o con alguna de las orquestas invitadas. Y añade que, cuando Pablo Heras reside en Friburgo «ya que dirige a la mejor orquesta barroca del mundo como es la la Freiburger Barockorchester» es su vecino del que opina que «los granadinos tenemos la suerte de contar con una figura de primer nivel, reconocido en el mundo entero, pocos han conseguido ese prestigio internacional». Antes de finalizar la entrevista nos dice que su siguiente reto es conseguir una plaza fija en una de las orquestas europeas clase A aunque tampoco descarta regresar a España.
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