El jueves, 19 de octubre, será un día importante para Bernardo Federico Delgado Noguera. La razón es bien sencilla, en esa jornada presentará su poemario ‘El gran poeta está rezando’ (Ed. Nazarí). Le acompañarán en este acto, previsto para las 19:30 horas, el dramaturgo y crítico teatral de IDEAL, Andrés Molinari y el editor, Juan Peregrina. El lugar elegido es la Biblioteca Municipal Francisco Ayala ya que el autor vive en el Barrio del Zaidín.
– ¿Cómo se presentaría a un extraño que se interesa por lo que escribe?
– Como un armillero que siempre le ha gustado la actividad deportiva, equiparándola con el estudio, la lectura y la escritura, y sobre todo, como un maestro de Educación Infantil que siempre ha disfrutado enseñando a través del juego.
– ¿Dónde y cuándo arranca su interés por la poesía?
– En clase de literatura de Mari Luz Escribano. Me transmitió su entusiasmo por la poesía. Es curioso como un mismo estímulo en educación, no produce el mismo efecto en todos.
– Aparte de Federico García Lorca, ¿Quiénes son tus poetas de cabecera?
– Al principio fue Federico, Neruda, Dámaso, continuando con Celaya, Hierro, Gloria o Guillén o Julio Alfredo, al final, la poesía no entiende de épocas ni de grupos, y cada poeta es la poesía. Pero siempre queda “Poeta en Nueva York”.
– ¿Por qué escribe Bernardo F. Delgado?
– Lo mismo que paso horas en la montaña, jugando al fútbol, en bicicleta o leyendo y estudiando, escribo porque disfruto.
– ¿Dónde habría que buscar el germen de “El gran poeta está rezando?
– Aunque por cuestiones familiares relacionadas con Fuentevaqueros y el azúcar, lo que me impulsó fue las proclamas políticas de las últimas elecciones relacionadas con la educación: Defendemos la España de Lorca, la escuela pública, el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza. Son conceptos asociados a Lorca sin sentido crítico, lejos de presentar argumentos desde la reversibilidad del pensamiento y que nos desunen por los sentimientos. Es hora de pensar sin bandos y conciliarnos.
-¿Cuándo empezó a escribir los poemas que lo componen?
– Por esas fechas de campaña electoral, diez días, diez poemas.
– Un poeta que reza, llora, sonríe, lee, escribe, viaja, pero que también tiene necesidades fisiológicas como orinar, dormir, comer ¿No le chocará esto a los lectores?
– Contraponer la vida de Federico con la de un niño o cualquier persona de su época en relación con esas acciones, es un ejercicio para superar las diferencias emocionales que nos separan en el mismo concepto.
– De todos los poemas del libro ¿de cuál se siente especialmente satisfecho?
– Los que relaciono con la educación, El gran poeta está leyendo y escribiendo. Porque la educación es la que lucha por la igualdad de oportunidades y la que puede, aunque la sociedad le pone freno, conseguir que alcancemos la reversibilidad del pensamiento para resolver los conflictos de todo tipo.
– A nosotros nos ha parecido realmente desgarrador el último, El poeta está muerto, ¿será entendido por los granadinos?
– El hombre que ama la libertad está en contra de matar o de cualquier acto de violencia, lo haga quien lo haga. Pero la realidad es otra, toda ideología ha justificado su guerra, sus asesinatos, la misma violencia en todos sus niveles, demostrando que el hombre, por muchos avances tecnológicos que vengan, no ha alcanzado la reversibilidad del pensamiento, ni cognitivamente ni emocionalmente. No supera la idea de bandos. Entender lo entenderán, otra cosa es que estén de acuerdo.
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