Deshojamos el calendario. Otro mes que termina, aproximándonos a un año más. El ecuador de 2019 da la bienvenida a las siempre esperadas vacaciones. Con junio, vendrán las tardes en la playa o la montaña. No olvidemos las noches de terraza, con un tinto bien fresquito o la tan socorrida cervecita. Sin duda alguna, con el cierre, debería ser el turno de hacer balance.
Anotemos nuestros aciertos, pero también los errores. La autocrítica nos permite mejorar, si bien el exceso de “ego” acumula malas actuaciones con consecuencias en numerosas ocasiones nefastas.
A todas aquellas personas que creen estar en posesión de la “verdad absoluta”, esos que miran a otro lado (como si la cosa no fuese con ellos), les diría que sean humildes.
Uno crece, cuando aprende, y, para poder hacerlo, es positivo escuchar los mensajes de otros. El verano trae descanso (a unos más que otros, dependiendo del trabajo desempeñado), si bien debemos dedicar un siempre y necesario período de reflexión.
La vida es una meditación continua, un proceso de aprendizaje o de hacernos más sabios en el día a día. Aún recuerdo las lecciones impartidas por mis mejores docentes, esos que no pisaron una universidad: nuestros mayores.
¿Quién no tuvo o tiene un/a abuelo/a que es capaz de captar tu atención con consejos útiles para su vida?
Los amantes de la filosofía budista ven el “ego” como el gran y único obstáculo entre nosotros. Si superamos esa soberbia intrínseca y molesta, podremos construir nuevos individuos, estar preparados para afrontar cualquier obstáculo que se presente.
Amigos y amigas, queridos lectores, vivamos siendo conscientes de aquello que nos impidió solucionar problemas. Seamos cuidadosos con nuestras actuaciones y palabras, también con esos pensamientos que a veces sacamos fuera.
Si trabajamos de forma efectiva, haciendo caso de los verdaderos sabios (nuestros mayores), y, huimos del conflicto, podremos avanzar. Dejemos las rencillas de lado, tendiendo puentes de diálogo. No olvidemos que el ejemplario de la vida (ese que nos enseñaron nuestros padres y abuelos), se basa en la experiencia y en numerosos ensayos con errores con posibles soluciones.
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Profesor del IES Ribera del Fardes
(Purullena, Granada)