Para muchos ha sido la primera vez que se han visto en la tesitura de decorar un botijo. Para otros, un reto de lo más creativo. El resultado de la colaboración de 35 artistas con la iniciativa de la asociación solidaria HelpMePlease se puede ver en la Galería de Arte Arrabal & Cía hasta el 14 de diciembre. Salvo Miguel Berbel que ha aportado una calabaza que representa a Yemaha, una deidad africana y Juan Antonio Haro, una de sus originales esculturas realizada con calabazas de agua, el resto son todo obras realizadas sobre botijos. Así, enfrente de estas dos, está el titulado ‘Inagotable’, aparentemente normal, con la singularidad como explica su autor, Alejando Gorafe que se trata «de una especie de oasis porque en su interior se escucha una gota de agua con su eco que representa el tiempo, el latido del corazón, el agua a la que aquí no le damos mucha importancia pero allí -en Gambia-, tiene un valor fundamental y cada gota cuenta».
Muy cerca está el decorado por El niño de las Pinturas, que se exhibe colgado de la viga, con su pozo que es la boca del botijo rodeado de musgo y con raíces en su parte inferior, rematado con colores acuosos, azul y verde y una flor que sale del pitorro. También el del fotógrafo Joaquín Puga, con una imagen de una barca que transporta mujeres que van a un mercado para comprar y vender cosas. O el de Marsilio Martín con un paisaje del Albaicín, o el ya citado de Alejandro Gorafe, en el que no se ve sino que se oye una gota con su eco. Por su parte, Carmen Sicre, representa con hilos blancos la pureza del agua y el dorado como elemento más apreciado de la tierra al convertirse en un bien escaso, y las perlas que hacen referencia a la gotas del agua, como elemento puro y fundamental para la existencia humana, o Mª Jesús Peregrin con su tierra de amapolas, agua y semillas, pues «si colaboramos con ellos tendrán fruto». La obra de Dulcinea Enamoneta ‘habla’ de la falta de agua. Se llama Full Empty (lleno/vacío) con la que hace una comparación entre la parte Norte y el Sur, la abundancia y la falta de agua.
También Alfonso Salazar ha aportado su ‘Suite del agua’, una instalación en el interior del botijo que se puede ver por una mirilla colocada en la boca del botijo por la que se puede mirar una cinta de led donde está escrito enrollado el poema de García Lorca. Esperanza Romero se muestra satisfecha pues en la misma noche ya se han interesado cuatro personas en pujar por su obra en la que se ve unas figuras, agua que cae y «peces que vienen volando con el deseo de que llegue el agua y les lleve riqueza donde lo necesitan».
Para todos es una satisfacción colaborar en un proyecto humanitario, con propuestas valientes, bonitas y para todos los gustos. Como muestra varios botones, en este caso varios botijos como el de Agustín Ruiz de Almodóvar, una instalación en la que se puede contemplar un botijo con una especie de empalizada alrededor pues «hay que proteger este elemento». Reconoce que había hecho botijos en su primeros años pero que es la primera vez que hace una aislacionista con uno de ellos. Llegado el momento del acto inaugural, escuchamos lo que cuenta Antonio Caba quien indica que esta exposición es el último acto del Festival Help Me please, 2019. También que agradece, en nombre de la Asociación y de su presidente Aitor Palomo su colaboración a la sala Arrabal y Cía, especialmente a Alejandro Gorafe y a Baldo Santander Calvo, por la cesión el espacio, así como a Cerámicas Miguel Muñoz, la donación de los botijos que han intervenido los artistas, y, por supuesto, a los 35 artistas que han colaborado con su trabajo en la decoración de un «elemento básico de nuestra cultura como es el botijo».
Así mismo, aprovecho para explicar que Help me please surgió hace tres años y que desde entonces organiza actividades de carácter solidario (primer año a favor de Pro Activa Open Arms, 8.164,20€; el año pasado a APRAMP, Asociación para la Prevención Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida, 10.120,66€, para esta asociación contra la explotación sexual de mujeres y niñas. Este año para Cultivant Vida, asociación que trabaja en Gambia en la construcción de pozos por lo que le viene bien herramientas que le permitan esta actividad) y para ello ha organizado una gala de flamenco y otra de rock, teatro, cine, mesa redonda, degustación de un plato de típico de Gambia, que les ha permitido una recaudación de unos 6000 euros, a los que habrá que añadir la recaudación de esta subasta benéfica.
Caba añade que fue a Aitor a quien se le ocurrió lo de los botijos, «algo tan cercano a nosotros y tan relacionado con el agua en los que encargar a artistas que lo intervengan para convertirlos en piezas artísticas». A los dos o tres días una foto remitida por Aitor mostraba un coche lleno de botijos. También explicó el procedimiento de adquisición, pues se trata de «una subasta diferida, con un precio de partida de 50 euros». Los interesados rellenan los datos solicitados y hacen un depósito de 20 euros. Si hay más de uno, el último día cuando se cierre la exposición, entre los interesados se venderá al mejor postor. Tras estas palabras informó a los asistentes que se ofrecería un primer vino vino traído por la Pilar, madre de Aitor, de Valladolid. Todo ello sin olvidar a todas las personas que habían colaborado en el montaje de la muestra especialmente a Félix, y su equipo, Bimba y Laura, que se han encargado del montaje de la exposición.