«Sin la mirada de tu alma, solo queda el silencio, la voz dormida arrullando los espacios inconcretos y el aire que lanza las brisas contra los cristales del invierno. Sin la mirada cae la tarde, de golpe, como caen los pájaros muertos. Y huele el jazmín, y huele el romero, y se tornan los girasoles al nacer la luna por el horizonte», de esta forma comienza el último libro de Juan de Dios Villanueva Roa (Huelma, Jaén, 1960), ‘Acordes de tormenta y cielo’ (Ed. Nazarí), una obra que pensada inicialmente como un poemario pero que se ha transmutado en un bello ejemplo de prosa poética que «se ha ido creando muy poco a poco, a lo largo de los últimos tres años, pero fundamentalmente durante el tiempo del confinamiento y los meses posteriores en los que salir a la calle no era nada aconsejable».
En él su autor realiza un viaje interior en el que reflexiona sobre la vida, la muerte, el amor «y todo lo que envuelve a la persona durante un tiempo en el que no nos quedaba mucho más que reflexionar y casi escondernos para que no nos alcanzara el maligno virus». Libro para el que ha contado con la «inestimable y valiosísima colaboración» de su compañera de la Universidad de Málaga, Andrea Felipe que lo ha perfilado, con su sabiduría y conocimiento, siendo, además, la firmante del prólogo.
«Este libro de Juan de Dios Villanueva requiere una lectura pausada, íntima y reflexiva, acariciando las letras y evocando ávidamente con los sentidos las imágenes que se visten de palabras y quevan conformando una historia a fragmentos, a pinceladas que debe acabar de dibujar con complicidad el receptor sobre este lienzo compartido», afirma esta profesora y prologuista de la obra antes de aclarar que contiene «fragmentos de tormenta, de disputa, de ira, de miedo, de soledad, de nostalgia, de un llanto profundo y sordo que va calando en el alma por la ausencia de la razón de ser arañando cada rincón de nuestros días. A estos les suceden otros instantes de cielo despejado, un canto a la vida de un azul intenso y vivo, que deja en la piel olor a sol». Su autor explica que en este libro «ha buscado una sinfonía entre los sufrimientos de la persona y las cosas buenas que tiene la vida que es la vida en sí misma, que se funden en un libro pequeño de 86 páginas pero que puede ser el reflejo de cualquier persona que tiene algo que decirse a sí mismo y a la persona que tiene al lado».
Después de su nacimiento en Huelma, la vida de Juan de Dios se desarrolló en Castril de la Peña, País Vasco, Motril y Granada donde estudió Magisterio y Filología Hispánica. Como maestro «deambuló» por media Andalucía (Jerez de la Frontera, Cabeza Rubia, Niebla (Huelva), Cúllar, Motril y Granada. Fue coordinador regional de Educación de Adultos y, junto a otros docentes, puso en marcha el Consorcio Universitario Fernando de los Ríos. Actualmente imparte clase de Didáctica de la Lengua y la Literatura en el Facultad de Ciencias de la Educación de Granada. Desde hace 24 años publica una columna semanal en este diario y ha colaborado con otros medios de comunicación. Ha publicado el libro de relatos ‘Atardecer’ (1999), la novela ‘El otoño de Lucía’ (2002), otro libro de relatos ‘Julia, el otro lado de la puerta’ (2002), el ensayo ‘Fiestas de moros y cristianos. La obra teatral como festejo: Cúllar, una historia, una cultura, (2008); el libro de poemas, ‘Candela’ (2015), una colección de relatos ‘Lián’ (2018); y ahora con Editorial Nazarí, ‘Acordes de tormenta y cielo’ que presenta el miércoles, 10 de noviembre, en La Madraza, en cuyo acto intervendrán el dramaturgo, José Moreno Arenas; el editor, Alejandro Santiago y el guitarrista, Pepe Agudo (19 h)-
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