A lo largo de este siglo
padre e hijo gobernaron
en períodos sucesivos
y entre los dos se esforzaron
por una misma política
para encumbrar el Estado,
siendo periodos de gloria
los de ambos mandatarios.
El emperador Carlos,
al comenzar su reinado,
suscitó grandes recelos
más en nobles que en villanos
teniendo que hacer frente
en el suelo castellano
a rebeldías comuneras
que causaron graves daños.
Por las tierras valencianas
hubo también altercados
pero en dichas germanías
pronto impuso su mandato.
Asimismo, tuvo guerra
contra los vecinos galos
resultando victorioso
y el rey francés apresado.
Ocupó diversas plazas
en territorio africano
y luchó por defender
el universo cristiano.
Carlos I de España,
con espíritu gallardo,
gestó la primera vuelta
a todo el globo terráqueo
que comenzó Magallanes
para culminarla Elcano.
Abdicó en su hijo Felipe,
y, ya en Yuste retirado,
le puso el broche de oro
a su triunfante reinado.
El rey Felipe II
sostuvo un grave problema
al amotinarse en Flandes
comunidades flamencas
en una guerra ideológica
plagada de peripecias,
siendo los calvinistas
cómplices de las revueltas.
Tuvo el rey que consignar,
ante tanta virulencia,
al mismo Duque de Alba
para amansar la contienda.
Se potenció la conquista
y el desarrollo de América
aunque en la Armada Invencible
un contratiempo tuviera.
Ante la vecina Francia
mantuvo una nueva guerra
pero venció en san Quintín
a las milicias francesas.
A lo largo del reinado
anexionó Portugal
y erigió el monasterio
sublime de El Escorial.
Hubo una guerra en Granada
difícil de sofocar
al sublevarse moriscos
que habitaban el lugar
de la fragosa Alpujarra
entre la nieve y el mar.
Un conflicto complicado
de inusitada crueldad
siendo don Juan de Austria
quien puso el punto final.
El erasmismo en su tiempo
se incrustó en la sociedad
desde conventos e iglesias
hasta la universidad,
inclusive la nobleza,
siendo ejemplo puntual
doña Mencía de Mendoza,
nieta del Gran Cardenal,
que siguió a Vives y a Erasmo
con inusitado afán.
Pero el grandioso suceso
de repercusión mundial
que en estos tiempos gloriosos
España logró alcanzar
fue la victoria obtenida
en pro de la Cristiandad
en el golfo de Lepanto
frente al credo del Islam
que los turcos otomanos
luchaban por implantar
por el mar Mediterráneo
y toda Europa oriental.
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Profesor jubilado y escritor, autor de
‘Ortografía práctica del español’, ‘Ronda para niños’ (inglés),
‘Federico en su centenario’, ‘Las acacias del Macabe’,
‘Cervantes y Don Quijote’, ‘ La boca del infierno’. ‘En la noche de San Juan’
‘Mencía de Mendoza. La nieta del cardenal’
y ‘La historia de España en verso’