El mundo comercial ha entrado de lleno en la Pedagogía, Molinera. Aquí es un Banco (un Banco con millonarias ganancias y aspiraciones de dominio universales) quien, de forma aparentemente altruista, nos vende productos didácticos de última generación: La Inteligencia emocional, las Metodologías activas o la Cultura del emprendimiento… Allí es una empresa de programas de Software de Aplicación, la que nos habla de lo importante que es incrementar de forma significativa la tecnología en el aula… Y acullá, las Ed Tech, intentando por todos los medios vendernos la modernidad a base de meter, también en las aulas, los Dispositivos Apps, la Gamificación y el Pensamiento de diseño (el Design Thinking, como prefieren llamarlo ellos).
¡Y todo en aras –dicen- de incrementar el nivel de implicación de los alumnos en su propio proceso de aprendizaje! Eso sí, de forma controlada y sin salir de las Aulas. ¡Faltaría más!
Llamémosles como los llamemos: Aula invertida (Flipped Classroom), Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), Aprendizaje Basado en Competencias (las famosas “Rúbricas”) o Aprendizaje basado en Problemas, por citar alguna de las innovaciones que ofrecen, la idea es “Mejorar la Rentabilidad” del proceso educativo. Rentabilidad que, bajo el principio de enseñar a los niños a convertir la Información (que ellos mismos fabrican por cierto) en Conocimiento Aprovechable (la Bussines intelligence, como les gusta llamarla) optimizará su rendimiento… Rendimiento, evidentemente, de los hoy nuestros alumnos y mañana sus trabajadores.
¡Rendimiento y Producción! ¡Vaya objetivos más engañosos para un trabajo puramente artesanal que afecta de lleno a la vida de los niños y su proceso formativo!
No sé si seguir, Molinera. Mucho me temo que más de un profesor novel nos esté tachando de anticuados, retrógrados o negacionistas… La ceguera que en los jóvenes producen las nuevas tecnologías, ofreciendo el oro y el moro virtuales, hace que nos conviertan a nosotros, los artesanos experimentados, en una rémora para su avance y futuro.
¡Aprendizaje basado en el pensamiento (Thinking-Based Learning) te venden! Un producto que con la idea de potenciar las capacidades del alumnado despliega toda una panoplia de “Organizadores Gráficos del Pensamiento” para, a partir de esquemas sobre el papel, reflexionar sobre el mundo y sus concomitancias. Y todo…, y aquí está el engaño: para conseguir la tan vitoreada Excelencia Académica. Un empeño llevado digitalmente a cabo a base de comparar, clasificar, inducir, deducir y analizar los contenidos que exige el Currículo. ¡Y todo –perdona mi pesadez- sin salir de clase!
Por más que busco, burrita mía, no lo encuentro… Mapas conceptuales, sí. Y también Organigramas, Diagramas de Venn, Cuadros comparativos, Mapas de ideas, Cuadros sinópticos… Pero… ¿Dónde queda el Ver, Tocar, Oler y Sentir…? ¿Dónde el Observar, Descubrir o Preguntar? ¿Dónde el Indagar? ¿Dónde la Intuición? ¿Dónde la Solidaridad con los vecinos, el medio ambiente o los propios compañeros? ¿Dónde el subir y bajar a la búsqueda de Respuestas? ¿Dónde el Caminar?
No seremos nosotros quién niegue el valor del desarrollo del Pensamiento Crítico, las Competencias Creativas, la mejora de las Habilidades en la resolución de problemas o, incluso, el favorecer la motivación del alumno a partir de las nuevas tecnologías… ¡Pero todo a su tiempo!
El drama está, Molinera, en que hoy, desde Infantil, se potencia todo lo referido al cerebro humano y sus conexiones a partir de los paradigmas que aquellas “Empresas del Conocimiento” se empañan en instaurar. Conocimiento –digo- que mantiene a los niños encerrados, con la única ventana de acceso a la realidad que se les permite abrir: la que ofrece Windows. Pero lo cierto es que nos olvidamos de quiénes somos realmente. De quiénes son y en qué punto de su tránsito por la vida se encuentran.
Y está resultando que, los Colegios de Infantil y Primaria que antes nos vendían como alternativa productos hoy trasnochados, se empeñan en convencernos hoy de las bondades de los productos digitalizados. Así, los descubrimientos en torno a la neuropsicología y por extensión a la ciencia cognitiva han venido a convertirse en Jalea Real para sus fines comerciales, políticos y propagandísticos.
Y mientras tanto, a nosotros –como te digo-, pedagogos andariegos no se nos hace caso. Nuestros trabajos a pie de territorio, de taller, de fábrica…, no se tienen en cuenta. ¿A quién de esos Magnates de la Educación puede interesar que potenciemos los educadores el instinto, la calle o los sentidos…? ¿A quién la actuación libre de niños caminando por el campo o la ciudad en búsqueda de sus propias inquietudes y averiguaciones…? ¿A quién su Autonomía Responsable en el Aprendizaje?
Isidro García Cigüenza
Blog personal ARRE BURRITA
artífice e impulsor
de la Pedagogía Andariega