«A mi querida y recordada Paqui.
La Paqui del Cortijo del Río, mi esposa
En silencio, callado y meditando se mimetiza mejor, todo lo que de valor esta imagen tiene…
Solo con decir que es «la Paqui, la del Cortijo del Río»…ya no hay más que decir. ¡Todo está dicho!
Porque, cuando ella se marchó, tras su larga enfermedad. Todo lo dejó hecho, todo lo dejó asegurado, preparado y, en orden para partir.
Hasta, a sus hijos, aún muy jóvenes, los previno y preparó, cuando intuyó que marcharía. Les inculcó buenos principios y una buena educación para que sus vidas en el futuro fueran ideales.
Así llevan la misma imagen, de quien fue la perfecta madre… ¡Oh, Dios…! Y de las esposas ¡La Mejor!
Eso nos regalasteis Vos.
¡Gracias a ti, Señor!
¡¡Un beso!! Lanzo al Infinito perdido. Para qué lo recoja tu bonita cara y, allí para siempre, quede prendido.
Tu esposo Gregorio y tus hijos queridos.
¡¡¡ 23 años hace que partiste, que te llamó Dios! !!!