Don Manuel y Federico
se cruzaron en Granada
y en sus pechos la amistad
brotó como brota el agua,
o cuando el verso florece
al ardor de las palabras
y la música cimbrea
esponjándonos el alma.
La Música y la Poesía,
el rito de la palabra,
la magia de los sonidos
que, a la vez, hieren y sanan,
suturando las heridas
abiertas en mil batallas.
Si don Manuel nació en Cádiz,
su hogar estuvo en Granada,
bajo la Cruz de los Mártires
al socaire de la Alhambra
y aunque murió en Argentina
por las tierras de Alta Gracia,
en su corazón bullían
los latidos de la patria
brillando en sus partituras
la pura esencia de España.
Don Manuel y Federico
ponen el dedo en la llaga,
Falla con “El Amor Brujo”,
o en “Los jardines de España”
cuando la Danza del Fuego
en sus llamas nos atrapa
y un adagio de piano
las tempestades encalma.
Lorca y sus “Bodas de Sangre”,
su “Yerma” y “Bernarda Alba”,
mujeres de un cruel destino
en el que siempre naufragan
tras inhumarse sus sueños
en aljibes de albahaca.
La poesía de Federico
y la música de Falla
el corazón estremecen,
riegan de nieve la espalda
cuando el temblor del embrujo
se hace un nudo en la garganta.
La Música y la Poesía,
el sonido y la palabra
inmolándose en el fuego
hipnótico de sus brasas
que los vientos embravece
y domeña las borrascas.
Ver romances anteriores de CONOCER A FEDERICO:
1. Panorama histórico
2. Fuente Vaqueros
3. Federico en Granada
4. Federico en Madrid
5. Concurso del Cante Jondo
6. García Lorca y Manuel de Falla
Próxima entrega: Generación del 27