En el año veintisiete
se reunieron en Sevilla
poetas jóvenes de España,
para entre versos y rimas,
recordar a Luis de Góngora
y su ensortijada lírica,
pues el tercer centenario
aquel año se cumplía.
Allí estaban Aleixandre,
Guillén, Gerardo, Salinas,
Alberti, Cernuda, Dámaso
y también Sánchez Mejías,
torero, intelectual
y amigo de los artistas,
reunidos en el Ateneo
de la Híspalis Latina.
Adalid de la reunión,
fue Federico García,
arquitecto de metáforas,
símiles y metonimias
que destacó por su duende,
sencillez y simpatía.
La nueva Generación,
exultante y rupturista
con la del 98
-extraordinarios prosistas-
miraba más al Barroco
que a cánones clasicistas,
homenajeando a Góngora
con su culterana lírica,
y abriendo senderos nuevos
en el mar de la poesía.
El Grupo del veintisiete
entrelazado en Sevilla,
que utilizaba el lenguaje
con ortodoxia exquisita,
conforma la Edad de Plata
de lo español en la Lírica.
…
Persona brillante y mágica,
el poeta Federico,
que, siendo el centro de todos,
de todos fue el más sencillo.
Fascinador y simpático,
irradiaba vitalismo
y allí donde él estuviera
el mundo latía más lírico.
Voz cálida, armoniosa,
unos ojos intensísimos,
la risa fuerte y muy clara,
fueron rasgos distintivos.
Humano, artista y sensible,
de sentimientos muy limpios,
sediento de libertad
e ingenuo como los niños.
Pero junto a esta alegría
que brotaba en Federico
destellaban los gladiolos
afilados cual cuchillos
blandiendo sus finas hojas
a lo largo del camino.
El corazón del poeta
y sus ardientes latidos,
laberinto de tristezas
con sus ayes amarillos
espumando entre las piedras
como las aguas de un río
que atolondradas descienden
a sumirse en torbellinos.
La alegría y la pena,
la risa y el pesimismo,
la vida toda y la muerte
se fundían en Federico.
Ver romances anteriores de CONOCER A FEDERICO:
1. Panorama histórico
2. Fuente Vaqueros
3. Federico en Granada
4. Federico en Madrid
5. Concurso del Cante Jondo
6. García Lorca y Manuel de Falla
7. Generación del 27
Próxima entrega: Mariana Pineda