Marga Sánchez, con un ejemplar de su libro 'Cuentos de mujeres que forjaron el mundo' (Destino, 2024), dirigido a a un público infantil y juvenil

Jose Justicia: «(Pre)historias de mujeres para celebrar el 8 de marzo»

A principios de los 90, cuando prácticamente acababa de iniciarme en la docencia, tuve la fortuna de formar parte de un grupo de trabajo al que pusimos el rimbombante nombre de “Currículum oculto en los textos escolares”. Durante un par de cursos nos dedicamos a examinar materiales educativos de diferentes niveles y materias, desde Infantil a Bachillerato, para analizar qué se estaba transmitiendo de forma no explícita a través de los textos escolares, qué sesgos los atravesaban. En aquella época, hace ya tantos años, detectamos múltiples escritos e imágenes en los que las mujeres eran representadas mediante estereotipos con los que no nos sentíamos identificadas y que pensábamos que ya estaban erradicados. Mujeres pasivas, en segundo plano, relegadas a tareas domésticas o de cuidados, o bien, que no existían, directamente excluidas, como ocurría en muchos manuales de Historia, en los que podíamos leer párrafos del tipo los romanos eran soldados, pero en los que no se decía nada acerca de las romanas. Por lo que, o también eran soldados – lo cual sabíamos que no había sido así– o habían sido excluidas, invisibilizadas.

Web “educando en igualdad”

Tras nuestras conclusiones, y con grandes dosis de entusiasmo y deseos de contribuir a mejorar y transformar la educación, pero con una gran ignorancia sobre lo que pretendíamos, enviamos cartas a casi todas las editoriales que habíamos analizado, en las que expresábamos los resultados de nuestros hallazgos, instándoles muy amablemente a que revisaran los contenidos que les señalábamos para eliminarlos y sustituirlos por un contenido que educara en igualdad. ¡Cuánta ingenuidad la nuestra!

Aunque gracias a ello, a aquella joven docente que un día fui le quedó una huella imborrable de cómo acercar el conocimiento al alumnado, que me ha acompañado durante todo mi periplo laboral. Y en la medida de mis posibilidades he intentado “rellenar” con nombres propios esos vacíos que los manuales han ignorado, todas esas grandes mujeres escritoras, poetas, narradoras que no han merecido la consideración de sus iguales masculinos para formar parte de los mismos.

Viene todo esto a cuento porque en dos días celebraremos el día de la mujer, de las mujeres, y acabo de leer el ensayo de Marga Sánchez, Prehistorias de Mujeres (Destino, octubre 2022). Y me ha traído el recuerdo de aquellas primeras andanzas de juventud. La casualidad ha querido que en uno de los clubs de lectura al que pertenezco, este libro fuera propuesto como texto para nuestra sesión de principios de marzo, y que justo el mismo día que teníamos la reunión, es decir ayer, organizada por el Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, dentro del Ciclo de Conferencias «La Historia de las Mujeres: Nuevas Perspectivas desde el CEHGR» haya tenido lugar la charla “Cómo contar la (pre)historia de las mujeres: algunas experiencias de divulgación científica”, en la que ha participado la propia Marga Sánchez, y a la que por supuesto hemos acudido todas las personas de este grupo que hemos podido.

Confiesa Marga al inicio del libro que fue cuando estaba terminando su tesis doctoral, a finales de los 90, cuando se dio cuenta de que las mujeres no aparecían en lo que había estudiado y decidió que en el futuro debía poner remedio a eso.

La prehistoria es el periodo histórico más importante que ha vivido la humanidad. Así arranca el prólogo de Miguel Ángel Cajigal Vera, El Barroquista, quien más adelante señala que el relato académico consolidado que nos ha llegado sobre la prehistoria se ha centrado mucho más en reflejar, como si fuese un espejo, las desigualdades y discriminaciones propias de la edad contemporánea que en despejar las incógnitas sobre esta etapa con ojos limpios y evidencias científicas. Se nos ha contado que las mujeres estaban allí, porque sería demasiado absurdo negarlo, pero desde luego no se les ha concedido el menor margen de protagonismo en aspectos que no fuesen estrictamente relativos a los espacios domésticos.

Marga Sánchez, Yolanda Guasch Mari e Inmaculada Arias de Saavedra, presidenta del CEHGR ::JOSE JUSTICIA.

Este no es un libro sobre la prehistoria. O sobre las mujeres en la prehistoria. Empezamos bien, me dirás. En realidad, es un libro sobre las mujeres de hoy, sobre cómo la historia y la arqueología nos han ido situando en lugares poco visibles y marginales. Y así arranca la propia autora en la Introducción, en la que sienta las bases de lo que vamos a encontrar en este ensayo: un texto científico en el que abundan las reflexiones acerca de cómo las mujeres hemos sido ocultadas o estereotipadas en las sociedades de la prehistoria, y sobre todo, cómo la arqueología, una disciplina científica que ha sustentado buena parte de las ideas que han justificado históricamente la desigualdad, es un instrumento magnífico para poder resituarnos, para poder vernos, para poder conocernos.

Confiesa que además de reivindicativo, el libro tiene una profunda vocación científica. Se trata de una arqueología feminista que efectivamente logra con creces demostrarnos científicamente que las mujeres de la (pre)historia han sido ignoradas, catalogándose incluso restos funerarios de mujeres como de hombres, por una praxis arqueológica que clasificaba como masculino todos los restos que encontraba, y que gracias a los isótopos y a los estudios de ADN se ha podido verificar que en muchos casos eran restos de mujeres. Pero nos revela también que las desigualdades entre hombres y mujeres, construidas culturalmente, son producto de un larguísimo proceso de miles de años, en los que las mujeres perdimos espacios de representación, de conocimiento o de toma de decisiones.

Con un estilo narrativo lleno de originalidad, fresco y ágil, la autora dialoga con nosotros, nos interpela, se nos muestra irónica y nos pregunta, nos hace reflexionar. Un estilo que va muy directo al grano de lo que pretende, situar a esas mujeres con la importancia que la historia les ha negado, y demostrar que de aquellos barros estos lodos.

El miércoles, 5 de marzo, tuvimos la oportunidad de escuchar a Marga Sánchez en el marco del Ciclo de Conferencias anteriormente mencionado. Una magnífica comunicadora, una apasionada y clarísima intervención en la que expuso en parte el contenido de este magnífico ensayo cuya lectura recomiendo hoy. Escucharla confirmó una sospecha, y es que en el libro encontramos su propia oralidad, está narrado exactamente igual que si nos estuviera hablando. He aprendido muchísimo sobre un tema muy desconocido y ajeno para mí, como la interpretación de la (pre)historia desde la ciencia y el feminismo.

Marga Sánchez, Yolanda y la presidenta del CEHGR, Inmaculada Arias de Saavedra, antes del inicio del acto ::J.J .

Pero en su interés de compartir este conocimiento con niñas y niños, acaba de publicar en 2024 (Pre)historias. Cuentos de mujeres que forjaron el mundo, a quienes se dirige de este modo al inicio del mismo:

Me llamo Marga y soy una arqueóloga que se dedica a investigar sobre la gente que vivió hace miles de años, durante la prehistoria. […] Pero ¿sabes una cosa? Mientras estaba estudiando para ser una buena arqueóloga, me di cuenta de que en los libros casi no se hablaba de mujeres. Bueno, y tampoco de niños o niñas como tú, ni de personas muy mayores. Y me dio pena, y rabia, porque creo que, si no contamos la historia de toda la gente, no estamos ofreciendo la versión completa.

Así que me lancé en una labor detectivesca a intentar conocer a quienes no aparecían en los libros ni en los museos, y a descubrir todas las cosas que hacían y que tampoco se contaban en ningún lado: jugar, aprender, enseñar, cocinar, curar, cuidar e inventar.

Y eso es lo que te voy a contar aquí. Como en todas las sociedades, en la prehistoria había mujeres, hombres, niños, niñas, gente mayor, personas con capacidades distintas, gente diferente…, y todos esos individuos y sus acciones son igual de importantes para reconstruir la historia de la humanidad. Te animo a descubrir a quienes han sido invisibles. ¿Te apuntas?

Cartel realizado por la autora de este artículo

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Comentarios

4 respuestas a «Jose Justicia: «(Pre)historias de mujeres para celebrar el 8 de marzo»»

  1. Ester Dabán Guzmán

    Excelente crónica de lo vivido ayer y lo que expresa en su libro. Sin duda es clave para poder avanzar hacernos preguntas y como bien reflejas «mujeres pasivas en segundo plano». Enhorabuena por la pluma tan elegante que muestras en tus artículos.

  2. Josefina Justicia Gil

    Muchísimas gracias querida Esther por tu generoso comentario. Es una gran motivación para seguir escribiendo.

  3. Fernando Fdez-LLebrez

    Enhorabuena José Justicia por esta bonita y necesaria reseña. Muy buena. Todo un acierto

  4. Josefina Justicia Gil

    Muchísimas gracias querido Fernando. El aliento sobre lo que se escribe sirve para seguir haciéndolo.

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