Las liturgias anuales se repiten porque se hace necesario juntarnos para compartir.
Cada año, Elena Morales como maestra de ceremonias, convoca a un acto en la que se conjugan olores, -… y un olor a limón llenó el instante inmenso… Lorca-, colores -… que plenitud dorada hay en tus ramas, árbol… Elena Martín Vivaldi-, y sentimientos en el nombre de la poesía -… los
poemas que duelen son de todos… Fernando Valverde -, -… aún no sé a quién debo…José María García Martín–
Este rito viene teniendo lugar cada mes de abril en el centro de Granada. De forma milagrosa, el patio del limonero del edificio que alberga el Instituto Padre Suárez, el que está en la intersección de las calles San Juan de Dios con Natalio Rivas, se convierte en una isla ajena a los ruidos del tráfico de la Gran Vía. En ese lugar y en ese momento, es posible alejarse de los murmullos
malsonantes de lo que sucede en el mundo y de los grandes problemas que se abaten sobre la realidad.
La poesía en el patio del limonero contiene un bálsamo que alivia el dolor que provoca la incertidumbre del futuro o lo certero del pasado.
Es.
Y eso en el nombre de la poesía.
Este prodigio es una forma de amor de profesores y profesoras que aman ser lo que son, docentes.
Sin miedo a la tiranía de los aparatos que dominan la vida de los adolescentes.
Sin reparos ante otras formas de inteligencia.
Aquí se trabaja la emocional, la capacidad de expresar lo que cada uno siente.
El uso de la PALABRA libre Intenten, por favor, visualizar esta imagen.
Profesores que han trabajado las emociones con personas muy jóvenes.
Les han ayudado a que las localicen dentro de cada uno, que les pongan nombre …
Las han vertido en un papel.
Y para que esto sea posible – es un camino lleno de dificultades. Lo que cuesta nombrar lo que se siente- se han utilizado estrategias.
El recurso creado por Luis García Montero en su Poesía para niños inquietos ayuda a perder el miedo. A meter el pie en el agua. A pronunciar palabras como metonimia, metáfora, prosopopeya, personificación.
Todo esta introducción es necesaria para explicar, que alumnos y alumnas de 1º y 2º de ESO, comandados por Elena Morales y el departamento de lengua y literatura, Ana Pinel y Marta Mato… como animadoras de la palabra, tienen una cita para hablar de sentimientos en un entorno mágico.
Mas de veinte profesores y profesoras estarán junto a los poetas noveles e «inquietos».
Recitando en español, inglés, francés, alemán, ruso, italiano, gallego y amazigh.
Los versos van a sonar con acompañados de música – piano, guitarra, viola- y con imágenes. Las que dibuja Julio Egea, como soporte anunciador – creemos que en homenaje a la poesía de su padre Julio Alfredo Egea- ¡Cuánta generosidad!
Y, el jueves, 10 de abril de 2025, esas creaciones van a ser lanzadas al aire.
Porque la poesía es una ceremonia íntima que puede ser compartida.
Y de esta manera, la mañana de primavera en el jardín del limonero del Instituto Padre Suárez se ancla en nuestra memoria para siempre como una experiencia feliz, emotiva y sanadora.
Bendito sean los profesores que creen en la poesía como herramienta para mirar la realidad.
Porque ese es el primer paso para necesitar transformarla.
Deja una respuesta