3. Quiénes somos
Somos muchos los que compartimos esta misma ilusión: niños, jóvenes, profesores y padres, todos convencidos de que la educación necesita una transformación. Creemos en una pedagogía crítica que responda de manera efectiva a las necesidades de un presente y un futuro cada vez más itinerantes.
Molinera es nuestra burrita, la compañera que carga pacientemente los utensilios y equipos de investigación con que usamos en nuestros trabajos de campo. Simboliza nuestro compromiso y conexión con la naturaleza. Además, como resorte emocional, se convierte en el pasaporte que nos asegura el acceso al corazón de las personas que participan con nosotros.
Yo mismo: Fiel a mi persona y a mi compromiso con la sociedad, llevo ejerciendo de maestro más de cinco décadas: primero en Madrid, luego País Vasco y desde hace muchos años, aquí, en la Serranía de Ronda (Andalucía). Mi trayectoria me ha llevado a recorrer todas las etapas educativas, desde Infantil y Primaria hasta Secundaria y Educación de Adultos, siempre con una convicción firme: la educación debe estar viva, en movimiento y conectada con la realidad de quienes aprenden.

Desde el principio, he encontrado mi inspiración en los saberes cercanos: la familia, los vecinos, los artesanos y los profesionales de mi entorno. Ellos han sido mis auténticos maestros al enseñarme saberes prácticos y soluciones a los problemas cotidianos que las aulas no abordan. Saberes y soluciones que atañen a todas las Áreas del Conocimiento que me importan. Aunque los libros, los tutoriales y las lecciones magistrales tienen su lugar, es en la experiencia compartida y en los saberes significativos donde encuentro la verdadera riqueza educativa.
Hoy, a mis más de setenta años, reflexiono sobre mi recorrido profesional y confirmo lo que siempre he intuido: que la libertad de movimiento resulta esencial en todo aprendizaje vivo. Movimiento que nos permite expresarnos y, al mismo tiempo, aprender a mirar y escuchar. Para ello, fomentamos ejemplos cercanos que conllevan un aprendizaje interiorizado, solidario y útil.
El gusto por el trabajo bien hecho, la honradez, la consideración hacia las personas con quienes nos relacionamos, y el amparo y cuidado de los más necesitados son nuestros objetivos prioritarios.
Aprendemos para obtener tanto las materias primas, como la invención y el buen uso de las herramientas que hacen posible su transformación. Este aprendizaje se fundamenta en el respeto hacia los que nos precedieron y hacia quienes nos seguirán. Esto nos lleva a centrarnos en lo realmente importante de la vida: saber estar, saber valorar y saber convivir.
Ahora precisamente, en etapa jubilar que me brinda libertad y experiencia, me dedico a recorrer pueblos, colegios, aulas y universidades, compartiendo ejemplos prácticos e invitando, especialmente a mis colegas en la docencia, a cuestionarnos juntos los límites y resultados de las aulas y a buscar alternativas.

4. De qué materiales disponemos
Gracias a los años que llevamos en el oficio, la producción de materiales es ingente. Sin embargo y de forma que resulte leve, en las alforjas llevo siempre conmigo una colección de investigaciones y publicaciones propias a modo de ejemplo. Así, y por citar algunas:
– Antología de obras creadas por los propios niños y jóvenes, recopiladas en la colección Arre burrita y que cuenta con más de 70 títulos.
– Talleres llevados a cabo con artesanos, industriales, comerciantes, instituciones y personas de distintos oficios y ocupaciones, con títulos como: El habla en la serranía, Moriscos, Juegos callejeros, A la química por la cerámica, Ecosistemas, “El rio Guadiaro: fuente de energía, Orografía y toponimia, Transformaciones alimenticias, Geometría euclidiana, Teatro de guiñol, Mosaicos y teselaciones, Hierbas medicinales, Caminamos por la historia, Cañas y adobes, Flores ornamentales, Nudos, entre otros.
– Publicaciones exhaustivas sobre asuntos etnográficos: Bandoleros, Arrieros”, Brujas, Adaptación del Marcos de Obregón, Cabreras y cabreros, El espíritu de Boabdil, Monaguillos, Conservas tradicionales…
Fruto de un permanente trajinar por caminos y veredas, ofrecemos al profesorado Guías de Recursos sobre su Entorno, contactos con empresas, estudio de paisajes y existencia de talleres. Todo ello con el propósito de involucrar a personas e instituciones en la tarea compartida de la educación.
Así mismo, y como proyecto de largo alcance, potenciamos el denominado Camino Romántico por estas serranías Penibéticas andaluzas. Se trata de un itinerario que, partiendo de la Bahía de Cádiz, va haciendo escala en fábricas, monumentos, talleres artesanos y Parques Naturales del Campo de Gibraltar, Serranías Ronda, Antequera, Alhama y Alpujarras, hasta culminar en el corazón de Granada: la Alhambra. Este proyecto, concebido como una apuesta de futuro, integra saberes e inversiones económicas con el objetivo de asentar a nuestros jóvenes en su territorio. Molinera y yo mismo lo recorremos frecuentemente, predicando las bellezas de nuestro entorno y la propia Pedagogía Andariega.
Lo decimos una vez más sin rodeos ni ambages: reprobamos el aprendizaje sedentario que instruye desde el pupitre, la pantalla de plasma o la lección magistral; renegamos de las verdades absolutas que pretenden ser definitivas. Y ello porque nos gusta sentir, razonar y construir argumentos propios. Por eso caminamos. Porque el camino es como la vida: un ir y venir en busca de la Autenticidad.
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