IV. De qué materiales disponemos
Gracias a los años que llevamos en el oficio, la producción de materiales es ingente. Sin embargo y de forma que resulte leve, en las alforjas llevo siempre conmigo una colección de investigaciones y publicaciones propias a modo de ejemplo. Así, y por citar algunas:
– Antología de obras creadas por los propios niños y jóvenes, recopiladas en la colección Arre burrita y que cuenta con más de 70 títulos.
– Talleres llevados a cabo con artesanos, industriales, comerciantes, instituciones y personas de distintos oficios y ocupaciones, con títulos como: El habla en la serranía, Moriscos, Juegos callejeros, A la química por la cerámica, Ecosistemas, “El rio Guadiaro: fuente de energía, Orografía y toponimia, Transformaciones alimenticias, Geometría euclidiana, Teatro de guiñol, Mosaicos y teselaciones, Hierbas medicinales, Caminamos por la historia, Cañas y adobes, Flores ornamentales, Nudos, entre otros.
– Publicaciones exhaustivas sobre asuntos etnográficos: Bandoleros, Arrieros”, Brujas, Adaptación del Marcos de Obregón, Cabreras y cabreros, El espíritu de Boabdil, Monaguillos, Conservas tradicionales…
Fruto de un permanente trajinar por caminos y veredas, ofrecemos al profesorado Guías de Recursos sobre su Entorno, contactos con empresas, estudio de paisajes y existencia de talleres. Todo ello con el propósito de involucrar a personas e instituciones en la tarea compartida de la educación.

Así mismo, y como proyecto de largo alcance, potenciamos el denominado Camino Romántico por estas serranías Penibéticas andaluzas. Se trata de un itinerario que, partiendo de la Bahía de Cádiz, va haciendo escala en fábricas, monumentos, talleres artesanos y Parques Naturales del Campo de Gibraltar, Serranías Ronda, Antequera, Alhama y Alpujarras, hasta culminar en el corazón de Granada: la Alhambra. Este proyecto, concebido como una apuesta de futuro, integra saberes e inversiones económicas con el objetivo de asentar a nuestros jóvenes en su territorio. Molinera y yo mismo lo recorremos frecuentemente, predicando las bellezas de nuestro entorno y la propia Pedagogía Andariega.
Lo decimos una vez más sin rodeos ni ambages: reprobamos el aprendizaje sedentario que instruye desde el pupitre, la pantalla de plasma o la lección magistral; renegamos de las verdades absolutas que pretenden ser definitivas. Y ello porque nos gusta sentir, razonar y construir argumentos propios. Por eso caminamos. Porque el camino es como la vida: un ir y venir en busca de la Autenticidad.
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