Ya entrado septiembre los equipos docentes de todos los centros de enseñanza obligatoria se ponen manos a la obra con los proyectos educativos. Y es de vital importancia contar con un buen proyecto en relación a la lectura. Durante este mes me gustaría centrarme en diferentes aspectos relacionados con la misma. Ya que esta de actualidad la neuroeducación vamos a echar un vistazo a la relación que se establece entre la lectura y las neuronas.
La plasticidad del cerebro es un hecho y que el aprendizaje modifica este es algo científicamente probado.
La neuroeducación es una nueva visión de la enseñanza basada en como funcionan los conocimientos sobre el cerebro integrados con la psicología, la sociología y la medicina. Esta definición escueta nos la explica y desarrolla magistralmente, Francisco Mora en su libro: ”Neuroeducación”
Hay centenares de motivos por los que tener buenos hábitos de lectura es imprescindible para un buen aprendizaje y un desarrollo adecuado y provechoso de la gran mayoría de nuestra actividades cotidianas y de de nuestras posibilidades de desarrollarnos plenamente a nivel personal, laboral…etc.
Sin embargo, hasta ahora, poco o nada se nos habla de la relación que hay entre lectura y salud mental y de cómo influye la lectura en nuestro desarrollo neuronal. Creo que es muy importante que los docentes conozcamos este aspecto de la lectura y lo transmitamos a las familias. Este conocimiento puede cambiar la actitud de muchas personas ante la lectura, cuando vean y comprendan los efectos positivos que tiene sobre nuestro desarrollo y salud cerebral, se valorará aún más. Esto nos ayudará a los docentes, a la hora de programar y abordar la motivación lectora, con el alumnado y a conseguir una participación más consciente y activa por parte de las familias.
“Nuestro cerebro para mantenerse en forma, necesita desafío, exigencia, cambio, movilidad.” Shlomo Breznitz
Shlomo Breznitz, psicólogo y creador de programas de ejercicios mentales y fundador de Cognifit, sostiene que si el cerebro no se ejercita pierde conexiones y neuronas. CogniFit es una empresa centrada en evaluar y mejorar la salud cognitiva. Trabajan y colaboran con hospitales, universidades, fundaciones y centros de investigación de todo el mundo.
Cada vez que nos enfrentamos a un nuevo cambio o situación nuestro cerebro crea nuevas conexiones.
Lo que realmente nos mantiene en forma mentalmente son los nuevos conocimientos y nuestro cerebro no tiene límites de edad para hacer nuevos aprendizajes. Tanto, Shlomo Breznitz como, la neurocientífica cognitiva, Sarah-Jayne Blakemore sostienen que el cerebro está dotado de gran plasticidad, el CI puede modificarse. Interactuar socialmente, leer, viajar o jugar a las cartas crean nuevas conexiones. La realización de estas actividades, habitualmente, crea nuevas conexiones en nuestro cerebro.
Estos descubrimientos científicos relacionados con las conexiones y la plasticidad cerebral cambiarán la educación. Sarah-Jayne Blakemore y Uta Frith nos revelan muchas de las claves del aprendizaje en su libro:”Como aprende el cerebro. Las claves para la educación”.
El aprendizaje dura toda la vida y según nos revelan los científicos cognitivos la conectividad del cerebro está cambiando continuamente.
Teniendo en cuenta todo lo expuesto, la lectura se revela cómo el estímulo y herramienta más importante de cara al aprendizaje en cualquier campo.
Cada vez que aprendemos una palabra nueva o identificamos un nuevo rostro algo cambia en nuestro cerebro. Cambia la fuerza entre las conexiones celulares.
Con la lectura interactuamos socialmente, aprendemos palabras y expresiones nuevas, nos enfrentamos a acontecimientos, personas y paisajes desconocidos. Por tanto, mientras disfrutamos de la lectura de una buena novela nuestro cerebro crea nuevas conexiones.
La lectura aumenta nuestra reserva cognitiva.
“Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías debidas a enfermedades neurodegenerativas. Leer retarda y previene la pérdida de memoria, por lo que permitiría retrasar la aparición de estas enfermedades y reducir el número de casos.” Guillermo García Ribas. Neurólogo.
¡No cabe duda, leer es altamente saludable!
