Andalucía está a punto de cumplir nuevamente ser la comunidad autónoma con los mismos problemas que sirvieron de argumento para ser objeto de los fondos europeos, ya que volvemos a estar a la cola de las regiones europeas. ¿Por qué Andalucía tiene un desempleo casi 10 puntos por encima de la media nacional y una infraestructura de servicios públicos y comunicaciones con niveles más bajos que el conjunto del país? Esta situación se mantiene pese a que la economía andaluza ha crecido más que la media de España en los últimos años.
¿Cómo después de 30 años de generosas ayudas de la UE y de otras regiones españolas Andalucía sigue en el furgón de cola? ¿Qué se ha hecho mal para que en este tiempo se hayan multiplicado por cuatro el número de parados y para que uno de cada cuatro parados españoles sea andaluz? Es dando respuesta a estas preguntas como debería comenzarse a hacer frente al ridículo sambenito de la indolencia andaluza, que dura ya más de dos siglos.
Hagamos una comparación especialmente odiosa para la izquierda sectaria. España y otras naciones han crecido con los años y las ayudas. Sin embargo, en tantos años de régimen socialista en Andalucía, las diferencias de desarrollo y bienestar con respecto a otras regiones de España y Europa apenas han variado. Alguien tiene que ser responsable de este fracaso gigantesco de unas políticas que han servido mucho más para impedir la alternancia democrática que para el desarrollo de los andaluces.
“Alguien tiene que ser responsable de este fracaso gigantesco de unas políticas que han servido mucho más para impedir la alternancia democrática que para el desarrollo de los andaluces.” |
Del retraso de las infraestructuras da cuenta el hecho de que para llegar en tren desde Huelva a Almería son necesarias 7 horas después de tantos años de gobierno, que Granada lleva más de tres años incomunicada por vía férrea y que del agua, tras la eliminación del Plan Hidrológico por el gobierno Zapatero, nunca se ha vuelto a hablar, ni siquiera de las desoladoras prometidas. Tampoco de las autovías pendientes mientras se realzaban los «carril bici» como nuevo modelo de desarrollo.
En educación ocupamos la última plaza en calidad. En Sanidad, es la última región de España en camas por habitante y en número de profesionales sanitarios, con la mitad de hospitales que Cataluña; en Granada nos intentaron boicotear y dejarnos la sanidad hecha unos zorros.
Si miramos una serie de datos, me entran ganas de llorar o gritar de impotencia. A saber… Andalucía está a la cabeza del paro en España, Andalucía está en los puestos de cola de PIB de España, Andalucía está entre las últimas regiones de España en cuanto a convergencia real con Europa, Andalucía está en los puestos de la cola de salarios en España: Andalucía es la penúltima en salario medio anual sólo por delante de Extremadura, Andalucía está a la cola de los salarios femeninos de toda España; podríamos seguir, pero seguro me tachan de pesimista.
Al final, lo único que aprendí es que pensaba que en Andalucía se votaba socialista para evitar el hambre y resultó que desde que se vota socialista hay hambre.
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