Imprecisión, falta de claridad o concreción por parte de los organismos competentes en relación al plan de actuación que se llevará a cabo coincidiendo con el comienzo de curso.
Absortos, sin saber qué ni cómo hemos de proceder los docentes. A un mes del inicio de curso, las instrucciones detalladas no llegan (a pesar de los numerosos mensajes que las distintas Comunidades están recibiendo).
Los padres preguntan en cualquier lugar en el que coinciden con los enseñantes. Así, dejan visibles sus dudas cuando están tomando café a dos metros de distancia de un servidor, profundamente afectados y nerviosos por la incertidumbre que existe.
A todo ello, se suma una situación que no invita al optimismo. Los nuevos contagios por COVID 19 arrojan una cifra cercana a los 1.200 contagios (según el último informe del Ministerio de Sanidad, a 30 de julio de 2020).
Nuestra tierra, Andalucía, continúa en esa línea de incremento, al igual que otros territorios, tal es el caso de Aragón, Madrid o Cataluña.
Toca hacer autocrítica, sumar desde todos los ámbitos. En este sentido, es fundamental que el ciudadano cumpla escrupulosamente lo dictado por los expertos en la materia. De igual forma, los políticos deben arrojar luz para que familias y alumnos cuenten con todas las garantías para afrontar el curso 2020-2021 en las mejores condiciones (también los docentes necesitamos sentirnos seguros).
Queridos lectores, hago una reflexión. Este análisis debería ser digerido por esos jóvenes que asisten a botellones improvisados o los manifestantes que organizan caceroladas, así como quienes pasan “olímpicamente de geles o mascarillas”.
No juguemos con nuestra salud pues de rebote podemos afectar gravemente a quienes padecen enfermedades crónicas o nuestros mayores.
Por favor, cuídate y estarás cuidando a tu entorno más cercano.
¡No lo olvides!
¡Qué mis deseos no caigan en saco roto!
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Profesor de ESO
