Desde la mirada de Constelaciones Familiares primero llega la sexualidad y después ese sentimiento que llamamos amor. La vinculación con la sexualidad no es solo con otra persona, si no con la vida misma, ya que gracias a la sexualidad llega la continuidad de la especie.
En el amor no siempre la sexualidad tiene que ver con ir hacia adelante, quiere decir que la sexualidad mira a la vida, y el amor no siempre lo hace. Por supuesto, lo más equilibrado es tener ambas cosas en una relación, que mantiene a la pareja en un encuentro divino, en una energía creativa, en una fuerza de vida.
La sexualidad se mide en base a vínculos sexuales que nosotros vamos formando, quiere decir, que tenemos que distinguir vínculo de Relación. Las relaciones triunfan, fracasan, se forman, se estancan. El vínculo es una conexión energética que permanece a través del tiempo y que le importa poco tus sentimientos, simplemente se forma.
Quiere decir que en una relación sexual uno forma un vínculo de por vida, sin importar que haya sido un simple encuentro o una relación de más o menos tiempo. Bert Hellinger dice que: «La vinculación que nosotros tenemos cobra mayor fuerza en las primeras ocasiones y va descendiendo su fuerza conforme se ha ido aumentando el número de vínculos», por ejemplo, nuestro primer amor, el dejarlo es mucho más difícil que los siguientes, ya que emocionalmente estamos mayormente comprometidos con el primero.
Cuando estamos en la cuarta o quinta relación, de alguna manera conocemos el camino que nos vamos a encontrar; quiero decir; que la relación puede finalizar y nosotros continuar con nuestra vida, algo impensable en nuestra primera relación, porque en las primeras relaciones sexuales el vínculo tiene mayor fuerza.
Las personas que han tenido mayor número de vínculos sexuales, tendrán que hacer mayor esfuerzo en encontrar puntos de encuentro en esa pareja. El orden importa igualmente en los vínculos sexuales, cada uno de ellos tiene su lugar por orden de llegada a nuestra vida, con independencia de si hay amor o no en ese vínculo.
Se dice que cuando vas a la cama con tu pareja, llevas a todos o a todas las amantes que has tenido, y así mismo la persona que está contigo. Quiere decir que, si el vínculo no está en orden, todos esos recuerdos e imágenes que tenemos de los encuentros previos van a hacerse presentes en el vínculo actual que tenemos.
Para que eso no ocurra es necesario dejar los vínculos en orden, quiero decir, mantenerles su respeto, dejar de verlos como gloria o fracaso. Simplemente han formado parte de nuestra vida y han quedado en el pasado. Solo así tendremos la facilidad que el nuevo vínculo no tenga que ser asaltado por viejos pensamientos y no vengan comparaciones. De esta manera quedamos libres para vivir una nueva vinculación sexual.
Así mismo, en las observaciones que he realizado con mis consultantes he podido ver si la sexualidad es buena o mala en la pareja. Una buena sexualidad no tiene que ver con la frecuencia o buen encuentro sexual, sin embargo, un periodo continuado a largo tiempo sin sexualidad trae su problemática y punto de desencuentro en la relación de pareja.
Algo que necesita la sexualidad equilibrada es intimidad, que consiste en la capacidad que tengo de confiar en el otro, y la capacidad que tiene el otro de confiar en mí. Solo una confianza plena logra la intimidad para poder expresar aquello que nos gusta y deseamos en la sexualidad.
Del libro ‘Parejas Saludables. Las siete claves del amor‘
Ana Bolívar Garzón
Terapeuta Sistémica Familiar y Progresiva
Especializada en Dependencia Emocional y Autoestima
Correo E: anabolivar69@hotmail.com
www.anabolivarcf.com