No, no vaya a pensar que al igual que ha subido la luz, el agua, la gasolina, también lo han hecho las tarifas por pasar por el altar para casarse. Aún todavía se mantienen los mismos gastos de siempre.
Pero resulta que, la Iglesia plantea un curso opcional prematrimonial de dos años de duración. La Conferencia Episcopal señala que el 40% de las parejas se han separado a los cinco años de la boda y quiere evitarlo a toda costa y no se le ha ocurrido otra cosa que cambiarlo por la alternativa actual del cursillo de 20 horas.
La Conferencia Episcopal (CEE) ha elaborado un itinerario opcional de formación para los novios que quieran casarse por la Iglesia, de dos años de duración, que aborda cuestiones como la sexualidad, la fidelidad o la resolución de conflictos.
«Una preparación matrimonial no se puede resumir en 20 horas. Para ser sacerdote hacen falta siete años de seminario y para ser esposa, esposo, madre y padre ¿20 horas? Es claramente insuficiente», subrayó el presidente de la subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la CEE, Mario Iceta, durante la presentación del documento.
Me he puesto a recordar y yo no tuve ningún cursillo prematrimonial y la ceremonia de mi boda duró entre 30 y 40 minutos pero me casé convencido de que era para toda la vida y así seguimos después de 43 años. No es una cuestión de cursillos sino de valores.
Si nadie sabe lo que va a pasar mañana, como pueden cambiar las circunstancias, las personas y los sentimientos de cada uno, un curso pre-matrimonial aunque sea de dos años no garantiza nada de nada. Eso sí, si te dan un título al final tienes un máster en matrimonios. Algo es algo. Los mismos curas, obispos y demás se cargan la Iglesia todos los días un poco más. El enemigo está dentro.
Iceta insistió en que este itinerario no es obligatorio, sino que se ofrece el material a las diócesis o parroquias que lo quieran, pero destacó su importancia. «No es que sean obligatorios (para obtener la licencia para contraer matrimonio por la Iglesia) sino que es una insensatez no venir a estos cursos porque el matrimonio es algo muy importante y si fracasa hace daño a mucha gente».
Miren ustedes, con todo mi respeto hacia la Iglesia católica y sus practicantes, como no podía ser menos. Preocúpense más de otros temas, como la pederastia, el cuidado de los más desfavorecidos, el atender a los enfermos, el ver por qué cada día están las Iglesias más vacías y sobre todo de gente joven y dejen que la gente vayan al altar convencidos de su amor y su religión y creencia, menos cursos y más amor.
Después de su muerte y resurrección, Jesús les dio a sus discípulos su plan de acción. Él les ordenó: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
No es obligatorio casarse por la Iglesia. Así que esto es como las lentejas; si las quieres las tomas y si no las dejas.
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