Hace unos años se le dio bastante publicidad a una carta que, según decían era un Informe Policial. Pero creen ustedes que a algunos de nosotros, nos hace puñetera gracia que 50 años después se sepa un Informe Policial de 1965, definiendo la muerte de nuestro querido poeta y paisano Federico por «socialista, masón y homosexual».
Váyanse al carajo! Pues cada vez que intentan desenterrar al poeta se me revuelven las tripas, pues siempre se hace por motivos puramente electoralistas. Por qué no escuchan al pueblo de una vez y dejan reposar los huesos de nuestro insigne granadino y se dedican a otras cosa más útiles y necesarias, como darle vida al Centro Lorca, eso sí que no les interesa verdad?
Federico hace ya muchos, muchísimos años que vive con nosotros, que es parte integra e integrada de cada uno de nuestros suspiros. No, que no vengan una vez más a perturbar su sueño, que ya está bien con todo el daño que se hizo y se le profirió.
Qué demuestra el informe policial, errores de bulto, mentiras, engaños, ya lo sabíamos, no hacía falta esperar tanto tiempo para descubrir cómo funcionaba y cómo regía los destinos de nuestro país la autoridad de aquellos días.
De verdad, estamos cansados de estar continuamente removiendo heridas, sentimientos, odios; para que solamente persigan unos votos manchados de sangre, pues eso son lo único que persiguen los que viven todo el año, toda su vida recordando sucesos que nunca, sí nunca debieron ocurrir.
Después criticamos la sociedad actual por banal, vacía y adoradora del becerro de oro, de la prensa del corazón y de los hígados, pero está visto que a ciertas personas les interesa poner sobre la mesa, la ideología política, tendencia sexual y moral de Federico. Olé ahí sus pantalones si fue todo lo que dice el informe policial y qué.
“¡Surtidores de los sueños sin aguas y sin fuentes!
Se ven con el rabillo del ojo nunca frente a frente
Como todas las cosas ideales, se mecen en las márgenes puras de la Muerte”
Lorca vive y vivirá siempre con nosotros, entre nosotros. Dejémosle descansar en paz.
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