Días de calor, ese calor diurno que se adhiere a los termómetros. Marca máxima en junio y el calor subiendo. Nos quedan lo árboles con su placentera sombra, los chorros de las fuentes agarrados al cielo. El calor plano nos hace lentos, derrite el pensamiento y cristaliza la pereza.
Llega el verano sinónimo de tiempo libre de redescubrir el pueblo, el mar, la montaña. es el momento de no quedarse extasiado mirando el flujo de las mareas, a esperar que le tórrido sol seque la tierra, realicemos una vida inversa a la habitual, aprovechemos las horas de luz para el ocio, descanso y también para practicar una actividad física al aire del campo o de la playa.
Hemos cambiado y no creemos ya en muchas cosas en que se creía en un pasado reciente: pasar el tiempo en la tumbona, sentirse orgullo de la barriga cervecera, torrase como un lagarto al sol, atiborrase de barbacoas y fritos y para los más atrevidos de mojitos… Ya, creemos de otra manera, le damos un acento más genuino a la vida, buscamos el recodo del bienestar, esa pequeña puerta que me permite cuidar la mente y con la evidencia de la edad madura, optimizar la salud física, para alejar lo más posible la vejez y su deterioro físico.
Vale la pena, la actividad física y el cuidado de nuestra alimentación, como lo demuestra el hecho de que a principio del siglo XX se consideraba mayor una persona de 50 años, en el siglo XXI se determinará a los 65 años y a mediados de este siglo probablemente consideraremos a una persona mayor a partir de los 70 años.
En este viaje descendente de la vida, a veces sorprende la especie de locura contagiosa para moldear el cuerpo, con la cirugía o en los gimnasios. Un bombardeo en los medios de prensa te aconseja ponerte “Fit”, vamos en forma: con entrenadores personales, en complejos deportivos…
Ya lo decía el poeta Mario Benedetti “Cuando creíamos que teníamos todas las repuestas, de pronto, cambiaron las preguntas” En mi capacidad de asombro, leo el titular de un artículo “El rucking, puede ayudarte a ponerte en forma” una actividad que une cardio con fuerza. La novedad e innovación en el deporte parece que impone un lenguaje opaco, para ser diferentes. En este caso concreto, es simple, lo hemos practicado toda la vida, andar con una mochila, en España disponemos de la pista de entrenamiento mejor del mundo para el rucking, el Camino de Santiago, 750 km desde Roncesvalles a Santiago de Compostela.
El tiempo pasa y nosotros con él, nos queda mejorar esta temporalidad. Ahora que hemos terminado la Universidad y nos esperan unas largas vacaciones, no viene mal unos consejos psicológicos para practicar ejercicio físico en beneficio de la salud física y metal:
Libera las hormonas de la felicidad: El ejercicio físico incrementa la sensación de felicidad y salud emocional. Recomendable en los casos de depresión o ansiedad, ayuda a reducir los síntomas de tristeza. Con una hora de nadar, caminar, bicicleta, pádel…, nuestro cerebro segrega endorfinas que nos induce un estado de mayor felicidad y bienestar emocional.
Mejora las relaciones sociales: Practicar ejercicio físico en compañía es una forma de incentivarse y motivarse mutuamente. Una mejora del estado emocional y la autoestima que da pie a una mejor gestión de las relaciones sociales.
Aumenta la autoestima: Un cuerpo más definido se traduce en una mejora de la autoimagen y en un aumento de la autoestima. La percepción de uno mismo sube los niveles de autoestima al aumentar la confianza en nosotros mismos.
Ralentiza y previene el deterioro cognitivo: La edad es un factor en los casos de deterioro cognitivo, y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. La ciencia ha demostrado que la actividad física, especialmente si se realiza en la madurez, consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo, área afectada en las demencias.
Los ejercicios aeróbicos como pasear, nadar o pedalear de forma regular y constante, son las actividades físicas más asociadas a un mejor funcionamiento mental.
La lista de ventajas es larga (Combate los trastornos del sueño, aumenta la capacidad cerebral, alivia la ansiedad…) estamos ante la mejor medicina para nuestra salud.
La teoría siempre está muy bien, pero las palabras hay que transformarla en hechos. La asociación de estudiante universitarios ALUMA pionera en muchas cosas quiere potenciar el deporte saludable
Proponemos una nueva práctica deportiva que impulse la actividad física para mayores que permita una participación activa, divertida, al aire libre y en contacto con la naturaleza, en las instalaciones de la Universidad de Granada.
No requieren habilidades especiales. El piragüismo es practicado por grupos de mayores tanto de hombres como mujeres. Despertemos el espíritu de jóvenes maduros universitario y que brote la ilusión y las ganas de compartir en equipo.
Formaremos un grupo de mayores que practicaremos piragüismo en dos tipos de embarcaciones: Kayak y Dragón.
Kayak. Una embarcación ligera, propulsada por 1 o 2 personas, con una pala de dos hojas.
Dragón. Una embarcación cuya tripulación está compuesta de 15 o 22 palistas, donde uno de ellos es el tambor, que dirige el ritmo de palada, y otro es el timonel, que lleva la dirección del barco. Es una modalidad de piragüismo de origen chino, con más de 2000 años de antigüedad.
Vamos a competir por nosotros mismos, para ganar el mejor premio, mejorar nuestra salud, incrementar nuestra felicidad, multiplicar las relaciones sociales y lo más importante disfrutar.
Comenzamos a finales de septiembre,
¡CONTAMOS CONTIGO!
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Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.