En el Año del Desastre
del decimonono siglo
España perdía una guerra
con los Estados Unidos.
Se independizaron Cuba,
Filipinas, Puerto Rico.
A España la desbordaban
la miseria y los conflictos.
No se hallaban soluciones
a los problemas políticos.
Era todo decepción,
apatía y pesimismo.
Algunos intelectuales
alumbraban el camino
con las brillantes propuestas
del Regeneracionismo.
En mil novecientos dos,
allegado el nuevo siglo,
sube al trono Alfonso XIII
sembrando cierto optimismo.
Pero los cambios no llegan,
siguiendo todo lo mismo:
alternancia en el poder,
injusticias, caciquismo,
huelgas revolucionarias,
desórdenes colectivos,
brotes de independentismo,
dictadura militar,
prohibición de los partidos,
comicios municipales
y el rey se marcha al exilio.
En abril del treinta y uno
España cambia de signo.
Se proclama la República
entre el fervor colectivo;
pero las viejas rencillas
retornan con nuevos bríos
implantándose con furia
un ciego radicalismo.
En el año treinta y seis
España ha perdido el juicio.
La locura de la guerra
brota del visceralismo.
La sangre mancha los pueblos,
los campos y los caminos.
La muerte corre alocada
en caballo embravecido.
De nuevo la vieja España
juguete de un cruel destino:
los hermanos frente a hermanos
resucitando el cainismo.
Leer más romances de
Profesor jubilado y escritor, autor de
‘Ortografía práctica del español’, ‘Ronda para niños’ (inglés),
‘Federico en su centenario’, ‘Las acacias del Macabe’,
‘Cervantes y Don Quijote’, ‘ La boca del infierno’. ‘En la noche de San Juan’
‘Mencía de Mendoza. La nieta del cardenal’
y ‘La historia de España en verso’
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