Nunca se vivió en España
como en los años ochenta,
gracias a la Transición
consensuada y modélica
al proponerse curar
las heridas de una guerra
que tanto dolor causó
afligiendo nuestra tierra.
La Transición española
abrió ventanas y puertas
para que la vieja España
nuevas rutas anduviera
entrando con paso firme
en una esperanza nueva
que superara rencillas
de una locura pretérita.
Y por eso su objetivo
fue mirar con entereza
a un luminoso futuro
en el que España viviera
sin odios y perdonadas
las recíprocas ofensas,
pues revivir lo ocurrido
no trae buenas consecuencias
ya que el pasado murió
y, aunque el dolor se mantenga,
el camino es el perdón
que los escarnios remedia.
El intentar destruir
lo que ideologías opuestas
forjaron con la ilusión
de una sana convivencia
para que por fin España
sin rencores renaciera,
además de irresponsable
y deslealtad manifiesta,
destila ansia de venganza
adobada con torpeza.
La transición española
de final de los setenta
apostó por la concordia
de una manera serena
y, por lo tanto, merece
que el respeto sea la enseña
de la España que enterró
los espantos de una guerra
que por doquier expandió
odios, penas y miseria.
España debe mirar
con audacia y entereza
hacia un mañana más limpio,
de tranquila convivencia,
porque tornar al ayer
agitando las banderas
que a todos nos enfrentaron
no tiene pies ni cabeza
y podemos abismarnos
nuevamente en la miseria.
Lo pasado está pasado
e inhumadas las tragedias;
este asunto hay que aceptarlo
en la derecha y la izquierda
por lo que hurgar las heridas
que aún estuvieran abiertas
es enturbiar el futuro
y obscurecer las conciencias.
La amada España merece
poner fin a las peleas
hasta que, al fin, consigamos,
con valor y con grandeza,
apuntalar los pilares
que cimientan nuestra tierra.
Leer más romances de
Profesor jubilado y escritor, autor de
‘Ortografía práctica del español’, ‘Ronda para niños’ (inglés),
‘Federico en su centenario’, ‘Las acacias del Macabe’,
‘Cervantes y Don Quijote’, ‘ La boca del infierno’. ‘En la noche de San Juan’
‘Mencía de Mendoza. La nieta del cardenal’
y ‘La historia de España en verso’