Los caminos de Sevilla,
los de Córdoba y de Málaga,
se anudan en Santa Fe
antes de entrar en Granada.
Siempre será Santa Fe
puente que nació en España
para unirnos con América
por encima de murallas;
sus cuatro puertas abiertas
son como fuentes de plata
cuyos arroyos serenos
desembocan en la plaza.
En Santa Fe se fraguaron
decisiones de importancia
entre la reina Isabel
y un marino de prosapia
apellidado Colón
que en sus delirios soñaba
adentrarse por los mares
en aventura arriesgada.
Con las Capitulaciones
el proyecto se consagra
partiendo en tres carabelas
marineros con agallas,
que surcando el mar atlántico
de tan procelosas aguas,
consiguieron arribar
a tierras americanas.
De las bahías de América
brisas de dulce fragancia
con gentileza esparcieron
sus ritmos y sus baladas
y hoy es la Historia testigo
de sonrisas solidarias
y de manos que se tienden
entre América y España.
Tantos pueblos tan diversos
en sus culturas y razas,
tantos hombres y mujeres
tejiendo sueños de nácar
que a través del mestizaje
tanta belleza crearan;
tantos pueblos y una lengua
para acortar las distancias
intercambiando emociones
al calor de las palabras.
Cuna de la Hispanidad
a Santa Fe se le llama
siendo su Casa Real
cónclave de la esperanza,
donde se avienen culturas
y los pueblos se entrelazan.
La villa de Santa Fe,
en la Vega de Granada,
cortejada por choperas
y los susurros del agua
que a lomos del río Genil
baja de Sierra Nevada,
enaltece con justicia
la hermosa Historia de España.
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Profesor jubilado y escritor, autor de
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