Francisco López Casimiro: «Proceloso establecimiento del Instituto ‘Ganivet’: Hace 90 años abría sus puertas»

A mis antiguos alumnos del Instituto

La enseñanza fue una gran preocupación de la II República. “Ha llegado el momento de redimir a España por la escuela”. Desde sus inicios esta preocupación por la educación se tradujo en la creación de escuelas y centros de segunda enseñanza. A pesar de las dificultades económicas, para el presupuesto de 1932 se creaban 2.589 escuelas, 20 institutos nacionales, 37 institutos elementales y 40 colegios subvencionados. Todos ellos comenzaron su vida académica en el curso 1933-34. En Granada, pese a tener 118.179 habitantes, según el censo de 1930, sólo existía un instituto de segunda enseñanza, el P. Suárez. Había numerosos colegios religiosos, pero sólo un instituto público. En décadas anteriores hubo proyectos de crear un instituto-escuela, que intentó Marín Ocete, quien luego sería rector de nuestra universidad. Pero se quedó en proyecto, no llegó a materializarse.

El Instituto Nacional de Segunda Enseñanza ‘Ganivet’ se creó por decreto de 14 de septiembre de 1933. Ahora hace 90 años. Por Orden Ministerial, Gaceta de 13 de octubre, fue nombrado director interino Aniceto León Garre, catedrático de Agricultura del Instituto P. Suárez, que se había incorporado a éste el curso anterior. Los trabajos que llevó a cabo y los problemas a los que tuvo que hacer frente se pueden apreciar por la lectura de la prensa de la época. En el libro Nacimiento, vida, pasión y muerte del Instituto Nacional de 2ª Enseñanza “Ganivet”, que publicó León Garre en 1935, se encuentra abundante documentación sobre la polémica dirección de D. Aniceto. Los catedráticos del P. Suárez y la prensa de derecha hicieron una furibunda campaña contra el nuevo centro hasta que, tras las elecciones de 1933 y el triunfo de la conjunción de las derechas consiguieron la supresión. Defendían los intereses de de la enseñanza de los colegios religiosos.

Recorte de IDEAL donde se informa del restablecimiento del Instituto Ganivet , siendo León Garre el responsable de la reorganización (1 de marzo de 1936, pág. 8)

Ya en 1936, tras las elecciones de febrero y el triunfo del Frente Popular, se restableció el Instituto “Ganivet”. En julio se fue de vacaciones León Garre. No volvió. Se produjo de sublevación militar y la guerra civil. De haber permanecido en Granada León Garre probablemente habría sido fusilado como José Palanco, catedrático de Historia de nuestra Universidad y militante de Izquierda Republicana. El Instituto Ganivet que se restableció después de julio del 36 era otro. Empezando por nombre se llamó “Ángel Ganivet” y sería sólo femenino. El P. Suárez era masculino y el Ángel Ganivet”, femenino. Así lo conocí yo cuando me incorporé en octubre de 1976. Pretendía León Garre establecer un instituto-escuela similar al que existía en Madrid y el que se había establecido en Sevilla. No quería que la labor del Instituto fuera un remedo de la Universidad donde los viejos catedráticos “señores feudales dentro de su cátedra”. Deseaba dar al nuevo centro una organización interna que difiriera esencialmente de la tradicional “asemejándose a la del instituto-escuela. Había que procurar que el nuevo centro se asemejase a un colegio bien organizado donde se llevara a cabo la labor formativa que incumbía a la Segunda Enseñanza”.

El Ganivet se estableció en la calle Cárcel Alta, en la casa situada en los números 1 y 3, en el edificio en el que había estado hasta entonces la Escuela Normal de Maestras. Casi un año llevaron las gestiones. Hasta cuatro viajes tuvo que hacer D. Aniceto, pagados de su bolsillo, para solucionar los problemas de instalación del nuevo Instituto. Abrió el centro 400 alumnos. Había que descongestionar el P. Suárez. Los que voluntariamente se quisieran pasar al nuevo centro o los que vivieran cerca. Con la creación de estos institutos se trataba de sustituir los centros de enseñanza religiosa. La colaboración del “P. Suárez” fue nula. La oposición fue frontal, probablemente por las permanencias. Hubo problemas para la adquisición del mobiliario. Para las estufas tuvo que poner de fiador a su suegro, que vivía en Cataluña. La recepción de los alumnos se celebró el 9 de diciembre. Las clases empezarían después de las vacaciones de Navidad.

Claustro del Instituto Ganivet del curso 1933/34 

El claustro de profesores lo formaban 18 jóvenes licenciados con un aire nuevo, moderno y progresista. Solo el director y el secretario eran catedráticos. Del claustro formaron parte Emilio Orozco y Victoriano Marín Vivaldi, que después serían catedráticos del Suárez y del “Ángel Ganivet”, respectivamente. La organización, metodología y actividades del centro fueron muy innovadoras. Significativa también fue la labor docente y educativa complementaria. Las tardes de los días lectivos se aprovecharían para repasar, prácticas y actividades extraescolares. Se estableció también una escuela preparatoria para el ingreso en el instituto regentada por un maestro elegido por el claustro.

El instituto “Ganivet” fue el primer centro educativo en utilizar el cine con fines pedagógicos. Se empezó con una proyección semanal. El profesor Orozco organizó veladas literarias. Se publicó una Revista literaria. Se organizaron ciclos de conferencias que fueron un éxito.

La colaboración con los padres fue encomiable. Se creó la agrupación “Amigos del Instituto Ganivet” cuyo objetivo era colaborar en la completa formación de los hijos. “Ha sido tal la compenetración de los miembros de la junta directiva demostrando con hechos la absoluta posibilidad de que hombres de las más opuestas ideologías políticas, hagan caso omiso de éstas, convivan y realicen labor noble y elevada”. Los profesores dieron un voto de gracia y organizaron una comida de homenaje al director.

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Portada de IDEAL del sábado 21 de noviembre de 1936, con fotografía de Torres Molina,  dedicada a la inauguración del nuevo local del Instituto Ganivet «en donde se dedicará exclusivamente a la enseñanza de señoritas. Al acto acudieron las autoridades de la capital»  (Para acceder a la pág. 3 pulsar sobre la imagen)

Tuvo el “Ganivet” una vida azarosa: En su primera etapa solo duró 542 días, ya que, en marzo de 1935, fue suprimido. La oposición del “P. Suárez” al “Ganivet” fue implacable. Al margen de cuestiones económicas por el traslado de alumnos del viejo al nuevo instituto, había diferencias ideológicas y pedagógicas muy fuertes. El nuevo centro planteaba una educación, democrática y laica. Se quejaba el director de ser víctima de “infamias, de “burdas mentiras”, “de una solapada persecución extensa e intensa”. El Defensor, decano de la prensa granadina, sin embargo, lo calificaba de “hombre de ideas liberales y emoción democrática”. El mismo periódico, con el título de “Un profesor equivocado”, se preguntaba con ironía: “¿Y qué es eso de imponer métodos nuevos sin tener en cuenta la tradición que es una cosa respetable?”.

Con el triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933, las fuerzas más conservadoras consiguieron la supresión del “Ganivet”. En marzo de 1936, tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero, se restableció el instituto “Ganivet” y se encargó de nuevo de la dirección León Garre “por la meritoria labor llevada a cabo durante la primera etapa”, decía la Orden Ministerial. El claustro celebrado el 23 de junio del 36 acordó por unanimidad hacer constar en acta “el celo, competencia y entusiasmo puestos en la fundación, organización y dirección” de D. Aniceto.

Francisco López Casimiro

Profesor del IES Ángel Ganivet (1976-2006)

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