Por tierras del Altiplano,
al nordeste de Granada,
la primitiva Galera,
como Tútugi nombrada,
es preclaro referente
de la Historia más arcana
en el cómputo del tiempo
por yacimientos que ensamblan
la arqueología prehistórica
con las culturas argáricas.
Desde la Época del Bronce
esta tierra fue habitada
allá en los siglos vetustos
de una fase tan lejana
que sólo los arqueólogos
se atreven a descifrarla
y, según sus conclusiones,
Galera ha estado poblada
por sucesivas culturas
de forma continuada
tanto en el periodo ibérico
como en la etapa romana.
El Cerro de Castellón,
a unos pasos de Galera,
alberga los yacimientos
que son la palmaria prueba
de las culturas argáricas
situadas en esta tierra
dándonos datos fiables
de su trabajo y viviendas.
En el año 2002
se encontró una sepultura
con restos momificados
de dos humanas criaturas,
un niño de pocos años
y un varón de edad adulta
con el cabello trenzado,
en fetales composturas
y adminículos de lino
esparcidos por la tumba,
además de otros objetos
propios de alguna liturgia.
Precisas excavaciones
por el Cerro del Real
descubrieron los vestigios
de una atávica ciudad
allá por el siglo VII
antes de la cristiandad.
Los íberos y romanos
la debieron habitar
componiendo una necrópolis
de importancia capital,
con cientos de sepulturas
que nos vienen a ilustrar
de sus costumbres, sus ritos
y el modo de cohabitar.
La necrópolis de Tútugi,
esotérica y compleja,
es la mayor encontrada
en la Península Ibérica,
y hace más de tres mil años
que comenzó su existencia,
donde destaca el hallazgo
de la diosa de Galera,
la figurilla fenicia
que actualmente se conserva
en el Museo Arqueológico
de la ciudad madrileña.
En el Cerro de la Virgen,
la primitiva Galera
fue una villa de moriscos,
que en la rebelión sangrienta
lideró el levantamiento
belicoso en esta tierra
cuando España se expandía
por Asia, Europa y América;
los moriscos de la zona
hacían gala de fiereza
hasta que don Juan de Austria
puso fin a la contienda
venciéndolos en dura lid
y con especial crudeza,
sembrando de sal los campos
circundantes de Galera.
Se advoca a la Anunciación
en el templo de Galera,
con su enjalbegada torre
y artesonado mudéjar,
destacando una capilla
barroca donde se encuentra
el Señor Crucificado
entre velones de cera;
en los fríos días del invierno
misas de Gozos celebran
con guitarras y bandurrias
tañidas con gran destreza
que a los fieles galerinos
les emociona y deleita.
Cruzando el río Barbatas
se eleva el Puente de Hierro
de estructura centenaria
siendo un reclamo del pueblo
junto a las cuevas viviendas,
gratas en todos los tiempos
por la frescura en verano
y su templanza en invierno.
El entorno natural
abonanzado en Galera
presenta grandes contrastes,
desde el verdor de su vega
con manantiales idílicos
de placentera belleza,
a parajes semiáridos
donde actualmente se albergan
los yacimientos y fósiles
de las culturas ibéricas.
(Nota: El próximo domingo, 28 de julio, iniciamos un nuevo ciclo bajo el título genérico de CONOCER A FEDERICO, una serie de romances que recorrerán la vida y obra del poeta Federico García Lorca: CONOCER A FEDERICO. Panorama histórico)
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Profesor jubilado y escritor, autor de
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