Los centros participantes han sido el IES Miguel de Cervantes de Granada y el Lycée Amiral Ronarc’h de Brest. La semana pasada realizaron una estancia de inmersión lingüística en el extranjero.
El alumnado participante pertenece a cuarto de ESO, primero y segundo de Bachillerato. En total 26 alumnos y alumnas que estudian francés como primera lengua extranjera y cuatro que lo estudian como segundo idioma. En cuanto al profesorado, han participado dos profesoras del departamento de francés, Enelis Rojas y Encarna Peña, que han contado con el apoyo y colaboración del equipo directivo y de tres profesores de geografía e historia del centro, Justina Castillo, Miguel Jiménez y Miguel Ángel Hitos. Esta última semana han sido los guías de los estudiantes franceses en sus visitas a Granada y Córdoba. El proyecto ha sido financiado por la Junta de Andalucía, dentro del programa Idiomas y Juventud, con un total de 750 euros por alumno.
La participación activa del alumnado es la base de «nuestro método de trabajo, tanto en la planificación como en la puesta en marcha del proyecto y la evaluación del mismo. El intercambio no se limita a los viajes y visitas ni se trata en absoluto de hacer turismo pasivo, sino que ha habido un trabajo que desarrollar tanto lingüístico como académico y organizativo antes y después del viaje».
Una vez concluida la segunda parte «realizaremos la evaluación del intercambio con cuestionarios y encuestas para valorar las actividades realizadas, el grado de consecución de los objetivos previstos y el grado de colaboración e implicación de alumnos y alumnas. Además de los cuestionarios se convocarán mesas redondas para la puesta en común de impresiones, críticas, problemas encontrados o logros conseguidos. En lo que se refiere a nuestro viaje a Brest, estos aspectos se han discutido y valorado en clase y las conclusiones son muy positivas, tanto en lo referente al aprendizaje de la lengua como a la dimensión personal y afectiva implícita en todo intercambio escolar. Después de sólo diez días de convivencia y de – eso sí – muchos correos electrónicos, las relaciones entre los alumnos de uno y otro centro son (con alguna excepción) inmejorables».
Las actividades han sido muchas. Primero fueron los granadinos a Francia y después ellos les han devuelto la visita. Además, a través de correos electrónicos… han mantenido contacto y han aprendido el idioma y también cada uno sus respectivas culturas. Lo explican así: Tras un contacto inicial entre los profesores de ambos centros y la realización de cuestionarios para determinar el perfil del alumnado y realizar los emparejamientos adecuados, el alumnado participante mantuvo correspondencia por correo electrónico y postal para empezar a conocerse y preparar la parte lingüística del proyecto: escribieron una primera carta que se envió por correo postal en la que los participantes se presentaban, hablaban de sí mismos y de sus familias y presentaban también su ciudad, su barrio y su instituto.
Más tarde elaboraron carteles publicitarios en francés para promocionar Andalucía, carteles que se llevaron como regalo al centro francés para decorar el departamento y las clases de español. Las profesoras elaboraron un ‘carnet de bord’ con abundante documentación sobre la región de Bretaña y la ciudad de Brest así como textos literarios, recetas de cocina y otros aspectos relacionados con el intercambio. En el mismo se incluía un diario de viaje que tuvieron que escribir durante la estancia en Brest con las actividades realizadas, las impresiones diarias y las palabras y expresiones aprendidas cada día. Había lugar también para incluir documentación, fotos y folletos recogidos por el alumnado. En clase se hizo un trabajo de preparación lingüística de las visitas y de expresiones de la vida cotidiana. Aparte de esto, cada alumno preparó una exposición sobre un aspecto de nuestra región o nuestra ciudad para darla a conocer en Francia.
Antes del viaje se convocaron dos reuniones con las familias para explicarles con detalle todos los aspectos del intercambio.
Durante la estancia en Brest los alumnos y alumnas estuvieron alojados en familias. Allí fueron muchas las actividades.