El breve título de esta nueva obra narrativa contrasta con los largos títulos de cada uno de los capítulos, que nos recuerdan a las obras del Siglo de Oro. Así, por ejemplo, el primero se titula ‘Donde se da cuenta de la llegada de unos músicos a la ciudad de Antequera y de quién era el maestro Don Balbino’ con el que nos sitúa en el escenario de parte de esta obra y nos presenta a uno de los protagonista, maestro jubilado, en tanto que en el segundo, ‘En el que se refiere la llegada de Don Santiago de Salvatierra a las Indias y su enamoramiento’ hace lo mismo con el segundo escenario y segundo personaje principal ya que, como en anteriores novelas de Villena plantea dos tramas paralelas que convergen al final. A este respecto manifiesta el autor que, «Cervantes que es el espejo en el que yo siempre quisiera mirarme nos enseñó que se puede hacer literatura con todo, incluso con los títulos de los capítulos».
Así mismo, manifiesta que siempre le ha apasionado la música y que en todas sus obras literarias aparecen las otras artes como la pintura, la arquitectura o la música. «Esta es un homenaje a la música y también es una historia de intriga que me venía rondando desde hace tiempo y que se desarrolla en dos planos que reflejan dos mundos fascinantes», indica acerca del origen de su novela que se caracteriza como es habitual en su producción por una prosa elegante y sencilla. Continua el autor manifestando que le gusta confrontar «la desmesura de la imaginación barroca con el prosaísmo de la realidad actual» por lo que aparece «esa maravilla que fue el barroco colonial en Sudamérica y el presente que estamos viviendo y que nos ha llevado a la crisis debido a la codicia y falta de previsión, de estulticia, a veces».
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Uno de los primeros lectores ha sido su compañero de mesa y editorial, Miguel Arnas, quien manifiesta que califica esta novela de «fuga» porque combina dos temas haciendo que se persigan uno al otro en el tiempo y haciendo que al final coincidan en un contrapunto perfecto. Contraste que igualmente se pone de manifiesto entre los personajes principales, la juventud y la vitalidad representada por Don Santiago, y la vejez y senectud de Don Balbino. Aclara su autor que no es una novela histórica aunque utiliza la Historia, tampoco es un novela policíaca aunque tiene algo de ello, ni de denuncia social aunque haya mucha, ni es una novela psicológica «aunque he intentado darle una dimensión profunda y psicológica, sobre todo, a los personajes centrales».
Málaga y Las Antillas
Respecto a la elección de Don Balbino indica que corresponde a su propia visión pues Fernando de Villena, ya está jubilado de su actividad profesional como profesor de Secundaria que le ha llevado, entre otros muchos destinos a la localidad de Archidona donde desempeñó su labor docente durante once años lo que hace que conozca bien esta zona malagueña de la que afirma guardar muy buenos recuerdos y que está más cerca de Granada que de Málaga «no en kilómetros sino en sentimiento, de hecho en el siglo de Oro se dio una literatura que se llamó antequerano-granadina. Me he sentido muy bien y creo que en la novela reflejo toda la admiración que siento por la belleza de tantísimo arte como allí existe». Así mismo, al igual que en otras obras de Villena (La casa del indiano, Iguazú,…) está presente América Latina ya que el autor ha visitado en distintas ocasiones Colombia, Argentina o el Caribe por lo que los territorios americanos que refleja también los conoce personalmente. Igualmente, Fernando nos cuenta que es una novela vertebrada cuyas partes forman un rompecabezas que al final se resuelve y que como en el resto de su producción literaria, «intento reflejar la fugacidad de la vida humana». Respecto a la colorida portada de unos pajarillos posados sobre una rama explica que se trata de un cuadro que se encuentra en el Museo del Prado titulado ‘Concierto de aves’ de Frans Snyders, pintado entre 1629 y 1630, que fue seleccionado por José Lupiáñez, autor del diseño de la portada pues «se trata de un cuadro terriblemente enigmático al igual que la novela que es muy misteriosa por lo que consideró que iba bien con las dos claves de la novela: el misterio y la música».
Para terminar Fernando manifiesta que en Granada se hace una buena literatura pero que la distribución es una asignatura pendiente. «En múltiples ocasiones he dicho que en las últimas décadas en Granada se está haciendo la literatura más importante de toda España pero que esa literatura no sale porque no hay distribución. La Junta de Andalucía podría poner en marcha una buena distribuidora regional y exportar todo lo que se hace en Andalucía que es mucho y de gran calidad», insiste este autor que también acaba de publicar ‘Hiemal’ (Alhulia), cuarto volumen de su biografía que completa los anteriores, ‘El desvelo de Ícaro’, ‘Atlántida interior’, ‘La primavera de los difuntos’ a la que ahora añade ‘Hiemal’ que correspondería al invierno de la vida.