Recuerdos
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Francisco Ávila: ‘Adora la gitana’ (2)
A mi hermano Manuel, conocedor de esta zona baja, se le veía preocupado por una familia de gitanos que él sabía que se encontraban, allí al amparo de estas inmediaciones devoradas por la crecida del agua y sin saber qué había sido de ellos. Se lamentaba constantemente durante el trayecto del camino porque, según él,…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VIII-A)
Capítulo VIII. De Ben-Alúa, su nombre, sus tributos, la hortaliza y el riego “¡Plaaaanta…bataaata¡ ¡Vaaaamos! a la plaaanta batata”, gritaba aquel buen hombre que iba en su bicicleta Orbea, ya bastante vieja por lo mucho trabajado y, como hoy, cargada a tope en su porta equipos trasero. Recorrían la comarca de algunos pueblos de los…
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Francisco Ávila: ‘Adora la gitana’ (1)
Ha sido para mí un verdadero orgullo poder escribir esta historia que viví en primera persona, la de unos años en los que el valor humano compartido con Adora y su familia estaba por encima de todo sacrificio y trabajo. De Adora aprendí a apartar de un plumazo los sinsabores que nos depara el destino…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VII-B)
[Viene del capítulo anterior] Después de postre y tabaco, a trabajar otra vez llama el manijero. Que, reloj en mano, mira la hora y se dirige hacia el tajo, a recomenzar la tarea, dar las dos últimas horas finales, cargar las acémilas e ir hacia la almazara. Después de haber cribado la aceituna recogida en…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VII-A)
VII. Del final de la campaña, almazara, “cagarraches” y el Día las Banderas… Los carámbanos -”carámbalos” decíamos nosotros -, colgaban de los tejados en puntiagudas lanzas, los caminos escarchados, se mostraba un bello aspecto blanco en senderos, veredas y agros, las hojas de la hierba aprisionadas, por agujas cristalinas del hielo albo y una tenue…
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Leandro García Casanova: «Y en el balcón aquel»
Lo único que deseaba era que aquel año de gracia de 1999 terminara cuanto antes, pues había tenido una racha de mala suerte. Y agazapado como los gatos, esperaba pacientemente a que el tiempo escampara. En agosto me fui a Castilléjar a pasar unos días, pues llevaba una temporada sin ir. Visité a Amelia, a…
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Jaime Batlle: «Bellvitge, un maestro, una época»
Los recuerdos no dejan de ser un tiempo que nos sigue acompañando y que no hemos soltado. La voluntad hace su trabajo sin esfuerzo, porque los recuerdos se llevan sin peso. Lo que pesa es la conciencia, pero eso aparece más tarde. Cuando los recuerdos son infantiles, la conciencia no ha tenido tiempo de aparecer.…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-E)
La sede cristiana quedó preciosa, el amor puesto en ello por aquellas mujeres era el motivo que lo causó, hasta los ornamentos blancos Benalúa de las Villas Hijos Dulces de Dios que habría de revestir el celebrante y acólitos, quedaron dispuestos sobre la cómoda que había en la sacristía. Dieron un último toque al orden…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-D)
La historia, por no contada, (sólo lo contaban entre la familia), creo no es muy conocida pero real y verdadera: En una oscura noche de Benalúa debido, más que a los elementos, al escasísimo alumbrado público y a que transcurría la contienda fratricida del treinta seis; un vecino, y paisano, ya siendo casi las doce…
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El amanecer con humo. Benalúa de las Villas… Hijos Dulces de Dios (VI-C)
A las prendas o al corro, al “tú la llevas”… y muchos más…¡¡y no había televisión!!.. ¡¡y no teníamos consolas!!…¡¡ni falta que nos hacía!!, Ni las conocíamos, ni existían. Teníamos un gran campo de acción, ¡todo el pueblo era nuestro!, y un gran parque con sus laberintos: la calles y plazas, que eran tomadas por…




